BARCELONA 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Museu d'Art Contemporani de Barcelona (Macba) estrena una reordenación de la colección permanente que reúne más de 500 piezas al servicio de una tesis: demostrar que en el contexto cultural español y catalán la eclosión de la modernidad se produjo en los años 50, y no en el transcurso la primera mitad del siglo XX.
Éste es uno de los ejes de la 'nueva' colección, que a partir de ahora se mostrará de forma permanente y rotatoria en la planta 1, y que duplica el espacio de exposición: de 750 metros cuadrados se pasa a casi 1.500.
El director del Macba, Bartomeu Marí, ha presentado este jueves las nuevas salas y ha hecho hincapié en la voluntad del museo de "escribir un nuevo canon del arte", tomando como punto de partida cronológico la Guerra Civil española, el momento en el que empieza la etapa que ocupa al museo.
Para dejar bien claro los condicionantes históricos, la primera sala se abre con los 'Forjadores del Imperio' --una obra de Oriol Vilanova con retratos oficiales de Franco y otros generales-- y una colección de fotografías neorrealistas de la posguerra.
Enseguida aparecen las esculturas Jorge Oteiza, y su diálogo con, por ejemplo, las imágenes de la Casa Ugalde, un ejemplo de cómo la arquitectura superó en los 50 los dogmas de la ortodoxia y fue capaz de instaurar un "modernismo mediterraneizado", según Marí.
La interrelación entre el arte visual estricto y la arquitectura y el diseño es una de las constantes de la colección, que también acoge la renovación estética del 'Grupo R', encabezado por Oriol Bohigas, las primeras publicidades modernas del grafista Joan Pedregosa y los míticos poemas visuales de Joan Brossa.
Tampoco falta 'La Ricarda', la moderna casa que Antonio Bonet construyó para la familia Gomis-Bertrand y que se convirtió en un centro cultural por el que pasaron John Cage, Merce Cunningham, Josep Maria Mestres WQuadreny y Joan Prats, entre muchos otros.
"Esa arquitectura acogía el arte que no tenía posibilidades de existir", ha apuntado Marí, que también ha recordado el que fue el embrión del actual Macba.
El primer museo de arte contemporáneo de Barcelona --que impulsaron muchos de los asiduos a 'La Ricarda'-- nació en 1959, en condiciones precarias, en un espacio expositivo en lo alto de la cúpula del Teatre Coliseum, y sólo duró dos años.
"No tenía nada que ver", como ha apuntado Marí, con el Macba de hoy, que en su reorganización ha reservado un espacio para las nuevas adquisiciones: piezas de Thomas Bayrle, Bestué-Vives, Richard Hamilton, Marcel Broodthaers, Nigel Henderson, Mestres Quadreny, Eduardo Paolozzi y Antoni Cumella.
Gracias a un nuevo depósito que ha recibido el museo también hay obras de Frederich Kiesler, uno de los padres del diseño experimental, y una obra de Övynd Fahlström que no se había expuesto en el contexto de la colección.
Además, el Macba ha abierto una nueva fuente de entrada de obras gracias a las colaboraciones estables con el Museu Nacional d'Art de Catalunya (Mnac), el Col·legi Oficial d'Arquitectes de Catalunya (Coac) y la Biblioteca Nacional de Catalunya.
Esta nueva presentación de la colección se podrá ver desde este viernes hasta septiembre, ya que entonces cambiará de nuevo para dar cabida a obras diferentes.