El profesor universitario estadounidense Mark Bray - ELI BURAKIAN-CAPITÁN SWING
BARCELONA, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
El profesor universitario e historiador estadounidense Mark Bray, exiliado recientemente a España por amenazas de muerte y señalado por seguidores del presidente Donald Trump, afirma que conoce cómo funcionan las protestas y las reivindicaciones en España y reconoce que Estados Unidos necesita un movimiento de masas con más concentraciones: "Me gustaría ver una huelga general".
Así lo explica en una entrevista concedida a Europa Press, en la que también lamenta que los líderes de los sindicatos en Estados Unidos "no son tan radicales", por lo que es necesario que las protestas lleguen al punto de crear problemas para el gobierno de Trump y así procurar frenar el intento de normalizar sus políticas, según él.
"Me gustaría ver más gente blanca en EEUU que piense en la situación de ciudadanos de Latinoamérica, de la gente negra y de personas trans. Más solidaridad entre grupos. En mi país hay mucho egoísmo y gente que piensa 'si mi vida está bien, no importa la situación de otros', y no es justo", afirma el también escritor, que en España publicó en 2018 'Antifa. El manual antifascista (Capitán Swing).
Bray se trasladó a España desde New Jersey --donde ejerce como maestro en la Universidad de Rutgers-- después de empezar a recibir amenazas por parte de seguidores del presidente norteamericano y que se iniciaron tras el asesinato de Charlie Kirk y se intensificaron con el paso de los días.
ANTIFA, DECLARADA ORGANIZACIÓN TERRORISTA
Tras el asesinato de Kirk, el profesor señala como punto de partida de las amenazas el momento en el que "Trump y sus amigos" dictan una orden para declarar como organización terrorista a Antifa, abreviatura con la que se alude frecuentemente al movimiento antifascista pese a no tener estructuras sólidas, y respecto a la que Bray asegura no pertenecer.
"Al principio decidí realizar mis clases por Zoom, pero cuatro o cinco días después, el grupo Turning Point USA hizo una petición para despedirme", explica Bray en referencia a la organización fundada por por el ultraconservador Charlie Kirk, sobre la que afirma tener una lista de profesores malos por difundir ideas consideradas terroristas por el régimen de Trump, en sus palabras.
Después de que medios como Fox News publicara estos hechos, Bray explica haber recibido más amenazas, espcialmente una con la dirección de su domicilio personal, que fue publicada en 'X': "Nunca se sabe si una amenaza es real o no, pero hemos visto a alguien con un arma matar a Charlie Kirk fácilmente, y tengo dos niños pequeños. No quise correr un riesgo con la seguridad de mi familia".
POLÍTICAS ANTIMIGRATORIAS
"El gobierno está creando poco a poco un régimen fascista. Están atacando derechos, especialmente de inmigrantes", subraya el profesor en referencia a las políticas antimigratorias del Trump, además de destacar que ordena detenciones en función del color de piel de la persona, que posteriormente son encarcelados en cárceles sin apenas derechos, según él.
No obstante, pone el foco sobre el movimiento social contra las patrullas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que según Bray recibe grandes cantidades de dinero por parte de la administración para efectuar detenciones que considera ilegales: "Necesitamos esta energía, esta acción directa en toda la sociedad".
ATAQUE A LA UNIVERSIDAD
El profesor americano también afea al ejecutivo de Trump que intente silenciar opiniones como la suya en los centros universitarios: "No quieren que gente como yo hable sobre estas cosas. Quieren transformar la universidad o destruirla, depende del caso", subraya Bray.
Preguntado por cuál es el futuro de los Estados Unidos en caso de que Trump continúe liderando el ejecutivo, Bray asegura que el escenario más peligroso se dará cuando haya una crisis real en caso de ataque terrorista, depresión económica o desastre natural, ya que de momento el presidente intenta "simular crisis artificiales" al vincular el fenómeno migratorio a una falsa invasión.
Finalmente, explica que su plan es quedarse en España por lo menos un año, a la espera de "ver qué está pasando ahí" y, en función de si la situación en Estados Unidos empeora, su estancia aquí se podría alargar.