Ve difícil dialogar con Torra porque "cada 5 minutos" pide permiso a Puigdemont
BARCELONA, 30 (EUROPA PRESS)
El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha advertido al nuevo Govern de Quim Torra de que el Estado estará pendiente de si se cumple la ley en esta comunidad: "La aplicación de un artículo constitucional y democrático nunca más será un tabú".
En un almuerzo-coloquio en el Círculo Ecuestre, ha asegurado que la aplicación del 155 se levantará cuando tomen posesión los nuevos consellers, pero ha avisado de que es "un procedimiento que quedará para el futuro si fuera necesario".
Ha confiado en no se tenga que aplicar nunca más, pero ha concluido que esto depende de que el nuevo Govern cumpla la ley: "¿Qué pasaría si volviera a pasar lo mismo de entonces --el 27-O--? Pues lo mismo que entonces --155--. Ahora ya todo el mundo sabe de qué va".
Millo también ha atribuido a "la determinación del Gobierno de España en la exigencia del cumplimiento de la legalidad" el hecho de que Torra haya renunciado al nombramiento de los cuatro consellers encausados: Jordi Turull, Josep Rull, Toni Comín y Lluís Puig.
"Ni uno solo de los miembros del Govern cesado estará sentado hoy, mañana o cuando sea en la mesa del Consell Executiu de la Generalitat", ha zanjado el delegado del Gobierno, que ha recordado que el PSOE y Cs también avalaron la aplicación de este artículo de la Constitución.
Ha reclamado que la Generalitat tenga un presidente real y no ficticio para dialogar con el Estado, y en alusión velada al presidente Quim Torra, ha lamentado que tiene que "pedir permiso cada 5 minutos a alguien --Carles Puigdemont-- para poder hablar".
Ha criticado que Torra no tiene la voluntad real de dialogar con el Gobierno central pese a las varias ofertas que ha formulado: "Dialogar no consiste en decir vamos a dialogar, significa buscar el encuentro y no el choque permanente. Y dialogar significa hablar dentro de la ley".
TORRA: UN "MALEDUCADO"
Millo ha calificado a Torra de "maleducado" porque ha asegurado que no ha querido ponerse al teléfono las varias veces que le ha llamado para felicitarle por la investidura, y también porque este martes le negó el saludo en la gala de 'El Català de l'Any' que organiza 'El Periódico'.
"Me dio la espalda, no me dio ni la mano. En mi casa lo llaman ser un maleducado", ha concluido el delegado, que ha recordado que en su intervención, Torra omitió citarle al inicio del discurso como una de la autoridades presentes en el acto.
Ha pedido al nuevo presidente que rectifique esta actitud y se abra a dialogar con todo el mundo, también con los que no son independentistas: "Yo no tengo problema en darle la mano a una persona. Yo no actúo como un niño pequeño de patio de colegio".
Ha considerado que Torra solo quiere gobernar para los dos millones de catalanes que votan partidos independentistas, y ha criticado que esto supone expulsar a más de la mitad de los ciudadanos de Catalunya: "Lean los artículos del señor Torra y entenderán perfectamente de que hablo".
Millo ha considerado ilegal la plantada de cruces amarillas en las playas catalanas en defensa de los presos soberanistas --por no pedir permiso administrativo por el uso del espacio público--, y ha pedido que aquellos que son tan valientes saltándose las leyes sean "igual de valientes para sumir las consecuencias".
JEFE DE LOS MOSSOS
Entre los asistentes al acto ha destacado la presencia del jefe de los Mossos d'Esquadra, Ferran López; el secretario general del PP catalán, Santi Rodríguez; el líder popular en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, y el presidente de Societat Civil Catalana, José Rosiñol.
En pleno proceso de la moción de censura, Millo, cuyo cargo depende directamente del Gobierno central, ha ironizado con que esperaba que el almuerzo no fuera "una despedida", sino el preludio de una nueva etapa de un Gobierno de España que siga liderado por el PP.
