BARCELONA 8 Abr. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, aseveró hoy que la forma en que cayó la red eléctrica durante el temporal de frío y nieve que azotó Catalunya el 8 de marzo y que dejó sin suministro a 220.000 usuarios de Girona, "obliga a una reflexión que va mucho más allá de las primeras 24 horas de la emergencia".
En su intervención en la comisión parlamentaria de política territorial para explicar su gestión del temporal, Nadal expresó que la gente que sufrió el apagón fue mucho más numerosa que la que se vio afectada por las incidencias en carreteras y trenes.
Nadal quiso reflexionar sobre cuánta gente se quedó sin gas y sin electricidad y se pasó hasta siete días sin poder "ni tan solo calentar el biberón del niño", aunque puntualizó que no quiere "buscar culpables".
Reconoció el esfuerzo de las eléctricas para cumplir "cada requerimiento que se le hacía desde todos los ámbitos de responsabilidad del Govern", aunque lamentó que la caída de cables en las carreteras y el retraso en su retirada complicara la reapertura de alguna vía.
Según Nadal, mucha gente se quedó atrapada en las primeras horas debido a las consecuencias de la nevada, pero que fueron algún millar, en comparación a los "centenares y hasta miles" de afectados por la falta de luz, que se postergó hasta una semana en algunas zonas de Girona.
Respecto al servicio ferroviario, Nadal admitió que la información que se dio a los usuarios fue "manifiestamente insuficiente", aunque apuntó que no se han quedado "quietos" desde el traspaso de este enero, y han ido mejorando la información: activando el centro de control del Clot, un nuevo 'call center', una página web e incluyendo personal especializado en dar respuesta a los usuarios.
Nadal se mostró orgulloso del traspaso del servicio de Cercanías, y dijo que no tienen nada que esconder y que darán siempre toda la información. En este sentido, apuntó que desde el 1 de enero ha habido 65 incidencias por varias causas en el servicio.
Quiso recalcar el esfuerzo de convicción de los trabajadores de Renfe y Adif "para asumir que el traspaso iba en serio", ya que no han opuesto "ninguna resistencia pasiva" a los nuevos administradores. Quiso romper una lanza por los trabajadores que han respondido positivamente a este "reto no fácil".
Según Nadal, han creído en el traspaso, en algún momento no deseado política y también sindicalmente, y recalcó que la Generalitat ha pasado a ejercer las funciones del Estado en esta materia, asumiendo la plena responsabilidad que les corresponde y que "estatutariamente está reconocida".