BARCELONA, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
El nuevo Parlament que surgirá de los resultados electorales de hoy se constituirá antes del próximo 21 de noviembre, según el reglamento electoral catalán, mientras que el nuevo presidente de la Generalitat podría ser elegido antes del 1 de diciembre.
Los resultados oficiales de los comicios se darán a conocer antes del 16 de noviembre, cuando las Juntas Electorales Provinciales y la Central hayan resuelto todas las alegaciones y recursos presentados por las candidaturas.
Cuando la Junta Electoral Central dé a conocer los resultados oficiales de los comicios y éstos se publiquen en el Diari Oficial de la Generalitat (DOGC), se proclamarán oficialmente los nombres de los 135 diputados electos --85 de Barcelona, 18 de Tarragona, 17 de Girona y 15 de Lleida.
Antes de 20 días el presidente de la Generalitat en funciones, Pasqual Maragall, tiene que convocar la sesión constitutiva de la Cámara catalana. De no ser así, el Parlament se autoconstituiría el 26 de noviembre. Los parlamentarios de la octava legislatura --la primera con el nuevo Estatut--, dirigidos por la Mesa de edad --presidida por el diputado de más edad y asistido por los dos más jóvenes--, elegirán la Mesa del Parlament --formada por el presidente, dos vicepresidentes y cuatro secretarios.
En los diez días siguientes, el nuevo presidente del Parlament abrirá consultas con los grupos parlamentarios para comprobar qué diputado cuenta con el apoyo necesario para ser elegido presidente de la Generalitat.
La investidura del nuevo presidente catalán requiere el apoyo de la mayoría absoluta de la Cámara, como mínimo 68 diputados. Si el candidato propuesto no alcanza este apoyo, puede someterse a un segundo debate, con otra votación, en la que sólo necesitaría la mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.
Si con esta segunda votación tampoco resultara elegido, se realizarán nuevas propuestas de candidato con el mismo procedimiento. Pasados dos meses de la primera votación, como mucho a principios de febrero, si no hubiera ningún candidato con mayoría suficiente, el Parlament se disolvería automáticamente y el presidente de la Generalitat en funciones tendría que convocar elecciones, que tendrían lugar entre 40 y 60 días después. Sin embargo, este supuesto no se ha dado en ninguna ocasión desde el restablecimiento de la democracia.
