BARCELONA 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, advirtió hoy de que el 60 por ciento de las inversiones que prevé el presupuesto municipal de 2009, y que suponen 322 millones de euros, "no están determinadas", y reclamó no incluir algunas dentro del fondo municipal extraordinario que promueve el Gobierno central.
En una rueda de prensa, Fernández Díaz consideró que ahora es "muy fácil" hacer que algunas de estas previsiones se transformen en inversiones del fondo extraordinario porque no se concretan. "Velaremos porque el Ayuntamiento no tenga la tentación de ahorrarse dinero con el pretexto que recibe un dinero del Estado", anunció.
El concejal popular defendió que el 75 por ciento del dinero procedente del fondo para Barcelona, 211 millones de euros del total de 282 que prevé recibir el Ayuntamiento, se utilice para los distritos repartidos en función de su población. Propuso que este dinero lo decidan los consejos de distrito, y el 25 por ciento restante, el plenario municipal.
Según Fernández Díaz, este volumen para los distritos permitiría cumplir el porcentaje de los presupuestos municipales que tienen que gestionar los distritos según la Carta Municipal, que es el 15 por ciento, cuando ahora gestionan el 11 por ciento.
Además, permitirá "conciliar" la descentralización en barrios con la unidad de Gobierno. También reclamó un catálogo de actuaciones por barrios y distritos que concrete el destino de las inversiones que se financiarán a través del fondo, y un proceso de participación ciudadana.
Cifró en un mínimo de 56 las actuaciones que podrá impulsar el Ayuntamiento con los 282 millones del fondo extraordinario. Ante ello, pidió al alcalde, el socialista Jordi Hereu, que use el dinero en proyectos "muy concretos" que tienen que permitir "hacer barrio", ya que cada actuación puede costar un máximo de cinco millones.
El dirigente popular apostó por "no confundir" el fondo municipal extraordinario, que es una medida "coyuntural", con las acciones "estructurales" que reclama el PP en relación al dinero del Estado para los ayuntamientos. "El presupuesto de 2009 será el más antimunicipalista del Estado", lamentó recordando la disminución de las aportaciones del Estado a los municipios.