El Prat controla el acceso nocturno tras realojar a los 'sin techo'

Aeropuerto de El Prat
AENA
Actualizado: jueves, 5 mayo 2011 14:27

BARCELONA, 5 May. (EUROPA PRESS) -

El Aeropuerto de El Prat de Barcelona controla desde hace una semana el acceso a sus terminales entre la medianoche y las cinco de la madrugada para que sólo entren los viajeros y los empleados, tras realojar a la veintena de personas 'sin techo' que pernoctaban en sus instalaciones.

Culmina así un proceso de casi tres meses para atender a las personas sin hogar que se refugiaban en las instalaciones, después de que la gestora aeroportuaria AENA anunciase el 4 de febrero su intención de regular la entrada a las terminales ante los incidentes que habían protagonizado algunos indigentes.

Fuentes de AENA han anunciado a Europa Press que a 30 de abril sólo una persona 'sin techo' permanecía en las terminales, fruto de un programa de intervención social individualizado para ayudar a las 27 personas que pernoctaban en El Prat a principios de año.

"Se trata de un éxito de coordinación para hacer frente a una cuestión social y sanitaria", han destacado, en referencia al programa impulsado junto con la Conselleria de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y entidades sociales para diagnosticar y atender la problemática de cada individuo, incluyendo addicciones y enfermedades mentales.

Fuentes de la Conselleria han explicado a Europa Press que a las medidas sociales y relacionales se suma el realojo de las personas 'sin techo' en albergues y viviendas sociales y su atención en centros sanitarios, según las circunstancias de cada individuo.

El Prat cuenta ahora con un acceso a cada una de los terminales y sólo permite la entrada a las terminales a los pasajeros que muestren su billete y a los allegados que vayan a despedir y a recibir a otras personas.

En declaraciones a Europa Press, el portavoz de la Fundación Arrels de ayuda a las personas sin hogar, Ramón Noró, defendió que la presencia de 'sin techo' no es una cuestión de inseguridad, sino de un problema sociosanitario que debe combatirse con una oferta permanente de servicios sociales.