Proinosa pide a las administraciones que el proceso no afecte a sus adjudicaciones

BARCELONA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la constructora catalana Proinosa, Josep Singla, pidió hoy a las administraciones que el proceso judicial contra él, instruido por el juez Baltasar Garzón, no afecte la adjudicación de proyectos a su empresa.

En una rueda de prensa recordó la "trayectoria impecable" de su sociedad, que ha "merecido la confianza" de varias administraciones, por lo que consideró irracional que ahora se "cuestione" cualquier obra pública de su empresa. "Es una empresa rigurosa y profesional, no tenemos nada a esconder", afirmó.

A pesar del proceso penal al que está sometido, lo más importante para él es que su empresa, con 35 años de existencia, no se vea afectada por el proceso. Recordó que la compañía factura más de 200 millones de euros anuales, tiene unos 400 trabajadores y ahora mismo tiene en marcha unos 60 proyectos que, por el momento, no se han visto afectados.

No obstante, criticó que el proceso judicial se haya "politizado" en casos como los de Sant Andreu de Llavaneres (Barcelona) y Gandía (Valencia).

Singla agradeció las muestras de apoyo recibidas desde que salió en libertad bajo fianza, principalmente de proveedores, clientes y empleados.

Defendió su inocencia y explicó que el recurso presentado por su abogado, Emilio Zegrí, contra su imputación y la fianza de 500.000 euros impuesta, podría estar resuelto en unos diez o doce días.

Sobre el trato recibido desde que fue detenido el 27 de octubre hasta que salió de la Audiencia Nacional la noche del 30, Singla explicó que fue arrestado al salir de su casa por la mañana. La Guardia Civil le trató de forma muy "correcta", aunque el registro de la sede de la empresa se alargó hasta las 5 de la madrugada.

Lo que no desea a "nadie" es su estancia en los calabozos de la Comandancia de Sant Andreu de la Barca (Barcelona).

Tampoco le gustaron las imágenes de televisión y prensa en las que se le vio, junto a los otros detenidos, esposado al bajar del furgón de la Guardia Civil frente a la Audiencia Nacional. "Me sentí muy mal", y reprochó a algunos programas de televisión que mostraran las imágenes múltiples veces, aunque las criticaran.