BARCELONA, 21 (EUROPA PRESS)
El presidente de la Asociación de Promotores de Barcelona (APCE), Lluís Marsà, ha augurado que este 2016 en Catalunya se iniciarán promociones para sumar 10.000 viviendas al parque inmobiliario, frente a las alrededor de 6.000 de 2015 --con datos provisionales-- y las 3.850 de 2014, en un momento en el que están aumentando las ventas y las obras de rehabilitación integral en Barcelona ya suponen casi el 25% del total de obra nueva en la ciudad.
Lo ha dicho en rueda de prensa para presentar un estudio sobre la oferta de viviendas en la provincia de Barcelona en 2015, que ha analizado los 50 municipios más importantes de la provincia de Barcelona, con 639 promociones que suman 3.604 viviendas en venta.
El precio medio de la vivienda en la provincia es de 260.310 euros (+2,7% respecto a 2014), y el 66,2% de las hipotecas financian más del 80% de la vivienda (frente al 60,3% en 2014), mientras que, en la ciudad de Barcelona, el precio medio de un piso es de 445.010 euros (+3,3%) y el 49,9% de las hipotecas financian más del 80% de la vivienda (33,8% en 2014).
Respecto al elevado número de hipotecas concedidas por más del 80% del precio de los pisos --límite en el que la banca situaba la financiación para evitar los riesgos de impago excesivos asumidos antes de la crisis--, Marsà ha reconocido su sorpresa, y lo ha atribuido a que precisamente se aplica mayoritariamente a inmuebles que son propiedad de los propios bancos: "No deja de ser un tema preocupante y a seguir".
Como aspecto positivo, Marsà ha indicado que, en 2015, por primera vez en años han sido más los pisos iniciados en Catalunya (unos 6.000) que los acabados (alrededor de 4.000), lo que significa que se está reduciendo el estoc.
"No son incrementos sustanciales pero sí marcan una tendencia desde el punto de inflexión de 2013 en la actividad promotora", que en 2014 se vio en la primera corona metropolitana y ahora ya se está experimentando en la segunda corona, en una progresión como una mancha de aceite que se está extendiendo, ha ejemplificado.
Ha recordado el máximo histórico de viviendas iniciadas en Catalunya, que fueron 126.000 en 2006, antes del estallido de la crisis del sector, y ha situado entre 22.000 y 25.000 la cifra de un funcionamiento normalizado del sector en Catalunya, donde los precios han caído un 55% durante la crisis (un 45% en el caso de la provincia de Barcelona).
Respecto a la rehabilitación integral de edificios para construir viviendas, es del 5,8% del total de obra nueva en la provincia, concentrándose en Barcelona y su entorno metropolitano, y en la capital catalana alcanza el 24,5% del total.
"Que sea ya casi el 25% creo que es un dato importante y positivo y marca la tendencia a la que debe ir el sector; las ciudades deben crecer hacia adentro", ha afirmado Marsà, que ha deseado que esta práctica se vaya extendiendo a otros municipios y que las comunidades de propietarios inviertan en la mejora de la eficiencia energética del parque inmobiliario existente porque tiene un déficit importante en este aspecto.
CUELLO DE BOTELLA EN LAS LICENCIAS
Marsà ha pedido la colaboración de las administraciones, especialmente las municipales y la Generalitat, tras constatar un "cuello de botella" en la tramitación de licencias de obras, así como operaciones paralizadas --que no ha querido concretar-- que si se desbloquean sacarían al mercado nuevo suelo de calidad, ha opinado.
Ha defendido que la construcción es un sector muy intensivo en mano de obra que puede reducir el paro, y ha alertado de que, si no se ponen en el mercado nuevas viviendas, puede haber tensiones de burbuja en los precios en algunas zonas donde la demanda ha despertado tras años retenida.
Ha añadido que el sector inmobiliario está mejorando el acceso a la financiación, pero ha lanzado un mensaje a la banca: "Es momento para empezar a dar financiación para desarrollar suelos maduros y con demanda acreditada", y no solo para venta, sino también para alquiler.