Puig cree que la falta de bomberos voluntarios no ha afectado a la extinción

Actualizado: jueves, 17 mayo 2012 22:23

TARRAGONA, 17 May. (EUROPA PRESS) -

El conseller de Interior, Felip Puig, ha asegurado que la falta de los bomberos voluntarios "no ha tenido ninguna incidencia en la capacidad de respuesta al fuego" pero admite que hay una problemática y un malestar acumulado.

En declaraciones a 8TV recogidas por Europa Press, ha admitido que de algunos parque que se activaron por el incendio no dispusieron de una quincena de efectivos que hubieran ayudado "pero que no podrían haber evitado la propagación tan rápida del incendio".

Ha justificado su ausencia en que estos bomberos son voluntarios "y se activan en función de su disponibilidad".

"Ha habido una problemática, que hay algún malestar acumulado de los últimos años y alguna decisión del departamento de los últimos días" que podría haber contribuido a esta situación, ha indicado el conseller.

Para abordar la situación, esta tarde se han reunido representantes de los bomberos voluntarios en el parque de Gelida con el director general de Bomberos, Jordi Gassió, y otros miembros del departamento.

INCENDIO EN BREVE CONTROLADO

Sobre el incendio de Rasquera, que desde las 19 horas ya está en fase de control, el conseller ha augurado pueda controlarse definitivamente en las próximas horas si bien los Bomberos seguirán trabajando en él durante toda la noche.

De las cerca de 3.000 hectáreas quemadas, unas 200 son de vegetación forestal y árboles y bosques de gran valor, si bien los bosques con especies más valiosas no han resultado afectados ni las pinturas rupestres de El Perelló, ha recordado el conseller.

Además de insistir en que el incendio no ha dejado víctimas ni ha destrozado masías, ha informado de que 2.200 hectáreas arrasadas son de matorrales y vegetación, de menor valor ambiental, además de que hay 150 hectáreas de cultivos y árboles frutales.

Preguntado por si temió que este incendio acabara como el de Horta de Sant Joan, en el que murieron cinco bomberos, Puig ha reconocido que el martes por la noche hubo momentos de mucha tensión en que el viento rodeó a algunas unidades y hubo "una reacción muy rápida y muy efectiva en una situación de desbordamiento ante la velocidad de progresión del incendio".

"Una velocidad de cuatro kilómetros y medio por hora es un incendio inalcanzable, imparable y la noche del martes al miércoles fue una noche muy dura", ha relatado el conseller.

Ha apuntado que al día siguiente cuando evaluaron en helicóptero los daños junto con el alcalde de Rasquera, Bernat Pellissa, se sorprendieron porque fue menos de lo que se esperaban: "La impresión de la gente del pueblo esa noche fue de mucho miedo ante un incendio devastador".

INVESTIGACIÓN DE CAUSAS

Sobre las causas del incendio ha asegurado que todavía no tienen ninguna conclusión y espera que a partir de ahora, contando con zonas seguras, los Agentes Rurales puedan trabajar en ello con el apoyo de los Mossos d'Esquadra.

Han descartado que pueda deberse a la caída de una línea eléctrica y a una tormenta eléctrica, porque no hubo rayos, y ha indicado que podría ser "un accidente fortuito, una imprudencia, un hecho premeditado".

Ha admitido que el martes la policía interrogó a dos ciudadanos, un agricultor de la zona y un británico, que estaban en la zona de propagación del fuego, pero ha asegurado que no tienen "ninguna sospecha ni hay nadie imputado".