BARCELONA 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, se ha comprometido este jueves a reactivar a principios de 2012 el comité de ética --impulsor del código ético de los Mossos d'Esquadra derogado--, tras un diálogo institucional y coorporativo que permita crear el nuevo código.
El conseller ha contestado así, en la comisión de Interior del Parlament, a las críticas de Jaume Bosch (ICV-EUiA) a la congelación del comité y la supresión del código impulsado por el tripartito --a su juicio, una herramienta que "refuerza la profesionalidad del Cuerpo en lugar de ponerla en duda"--, y le ha reprochado también la resistencia de Puig a poner fecha de presentación de un nuevo texto.
Puig ha considerado que el código no podía replantearse artículo por artículo porque el planteamiento del mismo no había conseguido el consenso institucional, laboral, sindical coorporativo, "ni de los socios de gobierno de ERC"; ni había conseguido ser la proyección de los códigos deontológicos de la policía catalana.
Ha matizado que la derogación no ha provocado en ningún caso que la policía catalana se haya visto privada de un reglamento, ya que, tras la derogación del documento, se adoptó como marco de referencia la resolución del Consejo de Europa de 2001, adoptada por la Generalitat desde 2004 y durante siete años.
Asimismo, ha destacado que la creación del nuevo comité y de la nueva herramienta de los Mossos depende también de la consolidación del nuevo mapa municipal, que permitirá que se inicie el debate que dé como resultado la nueva carta.
CASO CRESPO
Puig ha incidido en que la decisión del alcade de Lloret y diputado de CiU, Xavier Crespo, de no aceptar el cargo de secretario general de Seguridad fue personal, y que él la aceptó pese a que le insistió para que aceptara.
El anuncio de Crespo y la adaptación a sus nuevas competencias del director de Mossos, Manel Prat, le llevaron a tomar la decisión de decapitar la estructura bicéfala que hasta ahora regía el departamento de Interior --con las competencias repartidas entre un conseller y un secretario general--.
"Cuando Crespo me dijo que no renuciaba al nombramiento, me dí cuenta de la dimensión del cargo y, paralelamente, vi la adaptación de Prat. Ambas cosas hicieron que me repalanteara la estructura", ha explicado el conseller, aclarando que su cambio de criterio no responde ni a una petición del presidente Artur Mas ni al descontento del cuerpo de Mossos con la existencia de este cargo.