El sector turístico de la Costa Brava teme septiembre y cierres para la próxima temporada

Actualizado: sábado, 29 agosto 2009 15:10

PALAMÓS (GIRONA), 29 Ago. (EUROPA PRESS) -

El sector turístico de la Costa Brava teme el comportamiento de la demanda en septiembre y que en la próxima temporada haya establecimientos que no abran sus puertas. El gerente del Consorcio Costa Brava Centro Hoteles, Martí Sabrià, aseguró en una entrevista de Europa Press que el sector empezará a notar realmente los efectos de la crisis tras los dos meses de temporada alta.

Repasó que la Costa Brava no está pasando una de las mejores temporadas de los últimos años, y aunque esta temporada aún son muchos los locales que están aguantando el golpe de la crisis económica, lo que realmente preocupa actualmente son dos efectos nocivos de la actual situación económica: la crisis y que la temporada siguiente muchos no abran sus puertas.

Sabrià hizo referencia a la morosidad, un elemento que "puede resultar realmente peligroso", ya que afectará a proveedores y "será gente a quién le hayan ido tan mal las cosas que no podrá pagar las facturas". Esta posibilidad empezará a notarse, si no hay mejoras, este otoño, explicó.

Esta temporada, aunque la crisis ya afectaba de pleno a la economía, los establecimientos de la Costa Brava centro abrieron igual sus puertas, algunos más tarde de lo normal, pero según confirmó Sabrià, "en el consorcio no tenemos constancia de locales cerrados por la crisis, aunque el cierre de la temporada de 2008 no fue muy bueno".

"La situación real de establecimientos abiertos o cerrados no la notaremos hasta la Semana Santa de 2010", afirmó el gerente, quién además reconoció que es una situación que "puede pasar perfectamente".

Y es que la ocupación y el gasto de los turistas este año están bajando considerablemente. La ocupación en la Costa Brava Centro se situó, en los meses de primavera, hasta un 15 por ciento por debajo de los registros de la campaña anterior, unos datos parecidos a los de finales de la temporada pasada, cuando empezó a notarse la crisis, según Sabrià.

En julio la ocupación remontó unas décimas y el número de habitaciones ocupadas bajó un 10 por ciento respecto julio de 2008. Para este mes de agosto, los hoteleros calculan que los términos de ocupación serán parecidos a los de la última campaña, cercanos al 90 por ciento de plazas ocupadas. Lo que preocupa ahora es cómo se desarrollará el mes de septiembre, remachó el gerente.