El servicio de autobuses de Barcelona pasa en cuatro años de 'muy mal' a 'bien' en un estudio de Consumer Eroski

Actualizado: viernes, 5 octubre 2007 14:20

BARCELONA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -

El servicio de autobuses de Barcelona pasa en cuatro años de una valoración de 'muy mal' a 'bien' en un estudio de Consumer Eroski. El servicio ha mejorado especialmente en calidad de conducción, aunque aún arrastra deficiencias en información al usuario, según el informe.

Consumer Eroski ha analizado 300 líneas de autobuses repartidas por 18 ciudades del país: 30 en Barcelona y Madrid, 25 en Sevilla y Valencia, 20 en Málaga, Zaragoza y Bilbao, 18 en Murcia, 15 en Alicante y Valladolid, 12 en Granada, y 10 en Córdoba, A Coruña, Logroño, Oviedo, Pamplona, San Sebastián y Vitoria.

Para ello ha estudiado el coste del trayecto, las diferencias en el precio entre capitales y las paradas de los autobuses, así como la información que se facilita en éstas y en el interior del bus al usuario.

También, se han valorado aspectos como el estado de mantenimiento, la limpieza y conservación de los autobuses, elementos de los que están dotados, la profesionalidad de los conductores y la accesibilidad de los vehículos.

BARCELONA, LA CIUDAD CON EL BILLETE MÁS CARO.

Los barceloneses son los ciudadanos de todo el estudio que más tienen que pagar por desplazarse en bus. El precio de un billete ordinario simple cuesta 1,25 euros, frente a los 0,97 euros de media del país. El coste del billete se ha incrementado un 9% con respecto al año 2005, por encima de la media del informe (7,6%).

Respecto a la puntualidad, sólo en dos de las 30 líneas se constató un retraso superior a los cinco minutos, tiempo que en el informe se ha considerado como aceptable.

El apartado en el que el servicio de urbanos de Barcelona recibe la peor calificación es el referente a la información al usuario, aspecto en el que se queda en un aprobado. Así, en la mayoría de los autobuses no estaba indicado el billete de mayor cuantía con el que podían pagar los pasajeros y tampoco había carteles o pegatinas visibles en los que se indicara la capacidad máxima de usuarios.

Sin embargo, en todos ellos había carteles que informaban de normas de uso, tales como la prohibición de fumar, cesión de asientos, etc.

Como elemento positivo destaca la implantación de nuevas tecnologías como consultar en el móvil, por medio de SMS, el tiempo real de espera para que los autobuses lleguen a sus paradas. Además, algunos apeaderos cuentan con pantallas que ofrecen información actualizada del tiempo de espera para la llegada del autobús.

Por otro lado, Barcelona es una de las ciudades que más se ha preocupado por la accesibilidad de sus autobuses, ya que toda su flota está adaptada para personas con discapacidad física, mediante la instalación de rampas, plataformas elevadoras, sistemas de arrodillamiento o piso bajo, además de anclajes, entre otros.

OPINIÓN DE LOS USUARIOS.

Según una encuesta realizada a trescientos usuarios habituales de los autobuses de Barcelona, estos se muestran en general satisfechos con la calidad del servicio y le dan el aprobado. Sin embargo, uno de cada tres considera que las diferentes zonas y barrios de la ciudad no están correctamente conectados, debido principalmente a que el número de líneas es insuficiente.

Además, siete de cada diez pasajeros entrevistados tampoco se muestran conformes con la frecuencia de paso de los autobuses de la ciudad, ya que la mayoría de ellos señala que el tiempo de espera entre un urbano y el siguiente es excesivamente largo.

En cuanto al precio del billete ordinario del autobús, dos de cada tres afirman que el coste es excesivo y uno de cada tres se quejó de la profesionalidad de los chóferes por la agresividad de su conducción. En el lado positivo, el 73% de los encuestados opina que los urbanos están en buen estado de conservación y limpieza.

LA FLOTA DE LA CIUDAD.

La flota de autobuses de la ciudad condal la componen 1.642 vehículos, con una antigüedad media de casi seis años, igual a la media del país. A lo largo del pasado año transportaron diariamente en días laborables una media de 950.000 pasajeros, cantidad que supone que en 2006 los buses de la capital catalana dieron servicio amás de 273,4 millones de pasajeros.

Estos datos representan un aumento en el número de usuarios del 2,6% con respecto al año anterior, incremento muy parecido ala media del estudio (2,2%).

Los buses de Barcelona prestan su servicio repartidos en 209 líneas y cada jornada recorren una media de 245.000 kilómetros. La capital catalana dispone, además, de un servicio nocturno operativo todos los días de la semana, que cubre 17 líneas.