BARCELONA, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un joven de nacionalidad marroquí irrumpió en un bar del centro de la localidad de Cardona (Barcelona) e hirió con una catana a tres clientes, que necesitaron asistencia médica. El agresor escapó de la Policía Local tras una persecución por las calles del pueblo y aún sigue en búsqueda y captura por parte de los Mossos d'Esquadra, según confirmó a Europa Press la Policía catalana.
Los hechos ocurrieron a las tres de la madrugada del domingo cuando un individuo golpeó la cabeza de un cliente que estaba sentado en la barra del bar. Acto seguido le rompió en la cabeza dos botellas de cerveza que había en la misma barra, según avanzó hoy el diario 'Regió7'.
Otro chico, amigo de la víctima, recriminó al agresor lo sucedido, quien le amenazó verbalmente. Ante esta situación, el responsable del bar obligó al agresor a abandonar el establecimiento. La Policía Local de Cardona acudió al lugar de los hechos y asistió a la víctima, que fue evacuada al ambulatorio del pueblo.
Diez minutos después de este incidente, el agresor volvió al bar, catana en mano, y golpeó con la empuñadura de ésta la espalda del amigo de la víctima, a quien ya había amenazado verbalmente. Otro joven intentó detener la pelea y también recibió un golpe con la empuñadura en el brazo y en la oreja. Los dos jóvenes tuvieron que ser atendidos por un médico. Los tres heridos no están en peligro.
El agresor, que según los testimonios de los hechos estaba fuera de sí, comenzó a dar golpes a los cristales del local hasta que decidió marcharse. La Policía de Cardona inició la persecución del agresor por las calles del pueblo hasta que le perdieron la pista.
Los Mossos d'Esquadra continuaron con la investigación hasta encontrar un joven que encajaba con la descripción del agresor. Cuando los agentes se acercaron vieron que no se trataba del agresor, pero pensaron que podía tener relación con él al encontrar en el portal del sospechoso la funda de una catana.
Tras interrogarle, el joven se declaró inocente e invitó a los Mossos a subir al domicilio donde vivía. Allí encontraron expuestas diversas armas blancas --entre ellas un machete y otra catana-- que el joven aseguró que pertenecían al propietario del piso y que él no tenía ninguna relación con ellas, por lo que no fue detenido. Al no encontrarse la catana, los Mossos creen que el agresor pudo huir con ella.
