Testigos aseguran que la parricida del Carmel se desvivía por sus hijos

Juicio a la parricida del Carmel (Barcelona)
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 9 marzo 2015 18:36

Relatan las dificultades económicas de la mujer y el abandono del marido

BARCELONA, 9 Mar. (EUROPA PRESS) -

Varios testigos del juicio contra la acusada de ahogar a sus dos hijos en la bañera en el barrio del Carmel de Barcelona, Rina M., han relatado que siempre la vieron cuidar de sus hijos y que a ellos se les veía felices: "Siempre han sido lo más importante sus hijos, estaba desesperada por sus hijos", ha detallado la testigo Jeannette Martínez.

En el juicio de este lunes en la Audiencia de Barcelona, los testigos --vecinas, amigas y conocidas-- han coincidido en que la mujer estaba siempre "muy triste" porque su marido la había abandonado y que paulatinamente fue estando cada vez más ausente y deprimida debido a las dificultades económicas y la soledad.

Martínez, amiga de la acusada, ha explicado que la conocía hacía siete años porque sus hijos respectivos eran compañeros de curso y que en este tiempo "nunca" vio al padre ocupándose de los niños.

María Gatell, una amiga y vecina, ha insistido en que Rina M. siempre fue "muy responsable con los niños y una buena madre", y ha contado que la mujer estaba desesperada porque la iban a desahuciar y no tenía dinero para sus hijos.

Ha explicado que alguna vez la acusada acudió a ella buscando ayuda porque "le tenía miedo al marido", que la maltrataba, y ha contado un episodio en que el hombre destrozó los juguetes de los niños y parte de la casa, que ha sido confirmado por otros testigos.

"Ella estaba desesperada por el problema del piso y porque él no le daba dinero. Tenía que vivir de Cáritas cuando él tenía dinero y podían vivir como reyes", ha resaltado.

SE PREOCUPABA "DEMASIADO"

Según ha relatado su amiga Cristina Ponce, Rina M. se preocupaba "demasiado" de sus hijos, estaba siempre pendiente de que fueran al colegio y tuvieran todo lo necesario, y temía que su padre se los pudiera quitar.

"Pienso que estaba obsesionada con su marido. En su mente siempre estaba él", ha valorado la amiga, que ha revelado que en una ocasión grabó una conversación telefónica del marido y que investigó a su nueva novia.

La religiosa Josepa Sanjuán, dedicada a la beneficencia y que ayudaba a Rina M., ha explicado al tribunal que la mujer acudió a su congregación en 2010 después de operarse dos veces de la cadera para pedir ayuda para sus hijos.

Un día le explicó que, desde sus operaciones, "su marido le decía que si hubiese sabido que iba a ponerse enferma no se hubiera casado nunca con ella" y que en una ocasión le pegó con un palo en las piernas delante de su hijo.

Ha detallado que la ayudaban a pagar los recibos de la luz, le daban alimentos para los niños y costeaban el comedor escolar ya que el marido de Rina M., pese a tener un buen sueldo, le "escatimaba" el dinero, ya cuando estaban juntos y después cuando se separaron.

"Bebía y salía con los amigos", según la religiosa, que ha comentado que no pudo creerse que Rina M. hubiera matado a sus hijos porque ella misma comprobó que se desvivía por ellos y les profesaba un gran amor.

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