RUBÉN MORENO / GENERALITAT
BARCELONA 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La austeridad marcó de nuevo hoy el tradicional desayuno institucional que ofreció el Govern de la Generalitat en el Palau de Pedralbes. Este año se destinó al concurrido evento la misma partida que el pasado año, y que ya había sufrido un recorte del 25% en su presupuesto, según informaron fuentes del Govern a Europa Press.
Pese a la austeridad, no faltaron los tradicionales 'melindros' con el chocolate deshecho, una costumbre que instituyó el ex presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. Luego, el tripartito innovó la celebración, que inicialmente se hacía en el Palau de la Generalitat, trasladándola a los jardines de Pedralbes.
La celebración de este año, la última de la legislatura, cuenta con una novedad: una recepción para las personalidades que entre 2009 y 2010 han sido galardonadas por la Generalitat.
En un Sant Jordi claramente marcado por la incertidumbre por el paso del Estatut por el Tribunal Constitucional (TC), el presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder de CiU, Artur Mas, fueron objeto de todas las miradas.
No en vano, uno de ellos será el próximo president de la Generalitat con toda probabilidad en el próximo Sant Jordi, y el que no lo sea lo tendrá difícil para continuar su carrera política.
Además del Estatut y del tiempo nublado --la metereología centró parte de la conversación que mantuvieron Mas y Montilla junto a sus esposas--, otros temas que estaban sobre la mesa en los corrillos en Pedralbes fueron la elección de Enric Marín al frente de la CCMA tras el dictamen del Consell Consultiu que cuestiona el procedimiento de su elección, la consulta de la reforma de la Diagonal y las consultas soberanistas.
La crisis económica, por contra, pasó en un segundo plano, pese a la austeridad que pone el Govern en sus actos institucionales desde que estalló de la crisis.