BARCELONA, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
A partir del próximo viernes día 15 el Servei Català de Trànsit (SCT) empezará a sancionar a los conductores que circulen a una velocidad excesiva en tres tramos controlados por sendos radares piezoeléctricos, los llamados 'indetectables'.
Hasta ahora los tres aparatos no estaban anunciados, al contrario de lo que es habitual, y registraban los excesos de velocidad. Sin embargo, no sancionaban, sino que simplemente se advertía por carta a los conductores de su infracción.
Después de que el pasado 1 de mayo entraran en funcionamiento seis de estos radares, cuatro meses y medio después todos funcionarán con plena normalidad. Hasta ahora sólo el de la autovía A-2 en Castellolí y los dos de la C-31 en Badalona (Barcelona) sancionaban.
A partir de este fin de semana, también funcionarán normalmente el de la AP-7 en Castellbisbal, la A-2 en Sant Joan Despí (Barcelona) y el de la A-2 en Cervera (Lleida).
Este tipo de radares funcionan con señales eléctricos y no por ondas o láser, como los tradicionales, ya que son unos sensores colocados en la calzada los que registran el paso y velocidad de las ruedas. Por ello, no pueden ser detectados ni anulados por los aparatos que habitualmente llevan algunos conductores.
Hasta el momento, los seis radares han detectado 136.267 infracciones, de las que alrededor de un 60%, 81.570, fueron en los radares no señalizados. A estos conductores se les enviaba en casa una carta indicándoles su infracción, así como la posible multa y la retirada de puntos del carné. A los conductores detectados en los radares ya señalizados se les multaba directamente sin previo aviso.
