BARCELONA, 7 Sep. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha superado su primer verano como primer edil con más denuncias a vendedores ambulantes, clientes y por orinar en la calle que el del año pasado, el último de su precedesor, Jordi Hereu, lo que se ha traducido en menos quejas ciudadanas.
En rueda de prensa tras la Comisión de Gobierno, el portavoz municipal, primer teniente de alcalde y responsable de Seguridad, Joaquim Forn, ha resaltado este miércoles que están "moderadamente satisfechos" por su mayor presión contra algunas actividades incívicas.
Para Forn, y en referencia al anterior gobierno de PSC e ICV-EUiA, "durante un tiempo no se han enviado determinados mensajes a los ciudadanos" que ahora sí reciben, y ha considerado que, si la gente ve una acción decidida para atacar determinados fenómenos, se lo piensa antes dos veces.
Ha insistido en que este verano ya ha habido "mejoras clarísimas" en la coordinación entre la Urbana y los Mossos d'Esquadra, y ha considerado que no debe motivar a la policía local para poner más multas, sino para compartir los objetivos del Gobierno municipal, entre ellos la coordinación.
Según los datos del consistorio, entre julio y agosto la Urbana ha impuesto 2.715 denuncias por venta ambulante, un 16,2% más que en el mismo periodo del año pasado, y han crecido un 54,2% las denuncias por colaborar con los 'top manta' y 'lateros' alertando de que llega la policía.
La mayor presión policial se ha notado además sobre el consumo de alcohol en la calle, por lo que la Urbana ha tramitado 3.747 denuncias, un 17,8% más, y también sobre quienes orinan en la vía pública, aumentando un 20,6% las denuncias hasta 1.686.
En total se han decomisado 301.839 productos, de los cuales un tercio son latas (99.740), y le siguen bisutería (23.862), juguetes (14.271) y en menores cantidades gafas, ropa, alimentos, bolsos, instrumentos musicales, aunque el grueso está en 137.692 de otros géneros.
Todo ello, junto al aumento de denuncias por ruido (131, un 23,9% más), ha coincidido en julio con menos quejas vecinales a la Urbana por venta ambulante y consumo de alcohol, con reducciones del 37% y el 63%, respectivamente.
El consistorio ha controlado 691 bares y restaurantes, la mitad con terraza en la calle, y ha constatado que la mayoría cumplen el horario de cierre del local (94%) y el de las terrazas (88%), en un año en que hay un 62% más de terrazas alentadas por la nueva Ley antitabaco.
Uno de los puntos calientes ha sido la playa, donde a la venta de alcohol se suman la de comida, ropa y masajes a cinco euros, cuestión de la que Forn ha admitido que deben mejorar: "Es donde tenemos más dificultades para actuar".
En el verano con los mayores registros turísticos de la historia de Barcelona, con un crecimiento del 16,5% de turistas, ha aumentado la recogida de residuos en la playa, sumando 518,78 toneladas, 87 más (sobre el 20% de aumento), creciendo mucho más en la arena que en las papeleras.
Y sobre una novedad de este verano, la prohibición del nudismo y de pasear sin camiseta por la calle, la Urbana ha impuesto 87 sanciones, y "la mayoría de gente" se tapa antes de que les multen cuando los agentes les instan a hacerlo, ha dicho Forn.
90% OBRAS ACABADAS
Este septiembre ha empezado con el 90% de obras programadas para el verano acabadas, y el 98% de actuaciones de asfaltado realizadas, habiéndose casi completado la estructura de la cobertura de 700 metros de las vías en Sants y se ha acabado la perforación del túnel del AVE.
El retorno a la normalidad de la capital catalana ya se va notando en el tráfico, después de un agosto con descensos considerables de coches circulando, alcanzado una reducción del 30,2% en la semana entre el 15 y 21 de agosto, y de sobre el 24% en las semanas anterior y posterior.
Forn también se ha referido a la polémica por la venta de chapas con escenas incívicas en museos públicos y, en la línea de lo que ya dijo este martes el teniente de alcalde Jaume Ciurana, ha concluido: "Barcelona no se puede asociar a una persona tendida y un policía pegándola".