Trias (CiU) afirma que Hereu no sabe dialogar ni presionar como hacían Clos y Maragall

BARCELONA 19 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias, avisó hoy de que el bipartito en minoría de Jordi Hereu practica la mayor falta de diálogo que ha visto nunca en el Consistorio, incluso menor que cuando Joan Clos gobernaba con tranquilidad, y criticó la pérdida de calidad de un gobierno "dormido y monolítico" que considera dirigido desde la sede del PSC.

Lo dijo en un encuentro con periodistas cuando se cumple el ecuador del mandato, y acompañado por los concejales de la federación, para presentar una campaña vía internet en que se presentan como el cambio para las elecciones, con el lema 'S'acosta el canvi, véns?' ('Se acerca el cambio, ¿vienes?').

Sólo dos días después de criticar que Hereu no tiene la capacidad de presionar del ex alcalde Pasqual Maragall, Trias afirmó que ya ha pasado la época con "gente de calidad" colaborando con el Ayuntamiento, que, según él, debe tener a los mejores gerentes. Prometió rodearse de los mejores si accede a la alcaldía en dos años, cambio que afirmó que cada vez más barceloneses ven necesario.

Añadió que el alcalde se equivoca cuando explica que pacta con todos, ya que la tosudez le impide consensuar cuestiones como la perrera municipal pese a haber acuerdo en la oposición. Por contra, aseguró que él tendrá una mano tendida a todos, incluso a los socialistas, aunque al planteársele una sociovergencia advirtió que, ante todo, garantizará el cambio.

Las encuestas le van bien pero rehusó hablar de pactos con otros grupos, ya que admitió que ha aprendido a no hacerlo para evitar que las especulaciones afecten al resultado electoral. En los dos años que quedan para los comicios no quiere hacer de muleta del bipartito, como cree que hace en exceso ERC pese a criticar el modelo de ciudad de Hereu, pero puntualizó que se lleva bien con ERC y no los ve como adversarios políticos.

El líder de CiU no descarta formar un gobierno en minoría y reiteró que la oposición será la primera en ver el cambio y los barceloneses lo notarán, para lo que se fija cuatro prioridades: luchar contra la crisis, conseguir una buena financiación municipal, priorizar los servicios sociales y cumplir "las necesidades de la gente": limpieza, seguridad y hacer cumplir las normas.