Ofrece mano tendida a la oposición sin limitarse a los presupuestos
BARCELONA, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Barcelona, Xavier Trias, ha prometido este miércoles que el Ayuntamiento pagará a sus proveedores en un máximo de 30 días el año que viene para no poner trabas a emprendedores y empresas, lo que plasmará en una Medida de Gobierno que presentará antes de finales de año.
Lo ha dicho en una comida organizada por la Cámara de Comercio en la que ha avanzado algunos ejes de los Presupuestos Municipales del 2012 ahora que, según los últimos datos hechos públicos en mayo, el Ayuntamiento tarda una media de 45 días en pagar a proveedores.
"Presentaremos una Medida de Gobierno para que a lo largo del 2012. Pese a que la situación de las finanzas municipales no es para tirar cohetes, buscaremos la manera de que el pago a los proveedores no sea superior a 30 días", ha afirmado.
Se trata de una de las recetas para simplificar la administración que incluye en el marco de sus primeros presupuestos, y que de entrada ha ofrecido consensuar a todos los grupos, una búsqueda de socio a la que se ve obligado por estar en minoría, aunque aún no sabe con quién pactarlos.
Ha recordado que aún no ha agotado los primeros 100 días, el margen de cortesía que suele dejar la oposición para que un gobierno se sitúe, y que su mano tendida no se limita a las cuentas, destacando que "muchos temas necesitan de un buen entendimiento entre gobierno y oposición".
Según Trias, la situación económica del Ayuntamiento es "correcta y solvente", un mérito del anterior equipo de gobierno que lideró el socialista Jordi Hereu, lo que ha dicho frente al ex teniente de alcalde de economía y ahora edil del PSC, Jordi William Carnes, que estaba entre el público junto a numerosos ediles del nuevo gobierno.
Sin embargo, ha advertido de que deben priorizar a qué partidas de los Presupuestos del 2012 dedican el dinero a causa del descenso de los ingresos presupuestados en ejercicios anteriores y del aumento del gasto y la deuda, ya que en los últimos dos años ha crecido la deuda de 928 millones de euros en 2008 hasta los 1.464 del año pasado, a lo que se suma la obligación de devolver al Estado unos 400 millones.
FUSIONAR EMPRESAS
Quiere incrementar la atención social a la par que reducir las partidas de estudios e informes; eliminar gasto y subvenciones sin valor añadido, y la baja productividad; crear bonificaciones fiscales donde haya crecimiento económico y se cree empleo; y revisar la estructura de empresas e institutos municipales para compartir recursos y evitar duplicidades, planteando incluso fusiones.
También ha anunciado que el nuevo equipo de gobierno se ha puesto a trabajar para acortar plazos para obtener una licencia de actividad, y cuya media se sitúa en 409 días --un año y dos meses--, aunque llega a doblarse en distritos como Sant Andreu (940 días) y Ciutat Vella (848).
Ha reiterado su apuesta por la mesa de trabajo económico Barcelona Crecimiento, que volverá a convocarse en octubre para dar cuenta de los primeros resultados, y ha recordado que entre las decisiones de austeridad ya aplicadas figuran reducir un 20% el personal eventual y de confianza, y eliminar la revista Barcelona Informació, que costaba tres millones anuales.
Ha defendido su cambio de estrategia en seguridad, destacando que la Guardia Urbana patrulle en el Metro, con lo que "el número de robos ha cambiado espectacularmente", y ahora cabe ver si hay dinero para mantener la presión.
"Si tengo algún dinero lo dedico a esto en lugar de hacer una revista que explica que el alcalde lo ha hecho muy bien", ha remarcado, y ha agregado que completarán la presión contra el 'top manta' con acciones sociales para los vendedores.
Se ha referido a las infraestructuras, en lo que prioriza que las mercancías puedan salir del Puerto por ferrocarril en ancho de vía europeo y que la L9 de Metro llegue al Aeropuerto y Zona Franca.
Ha destacado otros proyectos que no deben costar dinero al Ayuntamiento, como ampliar el túnel de Vallvidrera, que debe pagarse con los peajes, y enlazar el tranvía por el Eixample --no por la avenida Diagonal--, que cree que debe sufragar la empresa Tram que explota este transporte.
