La UB destaca que no todas las universidades pueden aportar un padre de la Constitución

Actualizado: viernes, 4 diciembre 2009 20:19

BARCELONA, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

El rector de la Universitat de Barcelona (UB), Dídac Ramírez, destacó hoy la importancia de uno de los padres de la Constitución y ex ministro de Cultura, Jordi Solé Tura --que falleció hoy--, y apuntó que "no todas las facultades de Derecho pueden aportar un padre de la Constitución y un artífice del Estatut de 1979", para mostrar el dolor que siente la UB tras su pérdida.

En declaraciones a Europa Press, el rector lamentó reiteradamente la muerte de Solé Tura, dejó una "importante huella" en la universidad como catedrático de derecho constitucional. "Una universidad es grande por su pasado y por la gente que ha dejado", señaló en referencia a Solé Tura.

Recordó que la Facultad de Derecho rindió un homenaje a Solé Tura antes del verano, y que entre 35 universidades españolas se ha editado recientemente un libro sobre su figura, por lo que, a pesar de haber sido expulsado como profesor del centro, posteriormente la universidad "le ha reconocido".

Ramírez recordó que Solé Tura empezó siendo panadero y combinaba los estudios con el trabajo, algo que "se nota" en su persona, según el rector, quien destacó el "sentido común" del ponente catalán. Apuntó que su trayectoria "llena de coherencia" ha caminado siempre hacia la democracia desde las izquierdas.

A nivel humano, el rector le definió como una "buena persona, valiente y competente", que buscaba el consenso.

Solé Tura se licenció en Derecho en la UB con Premio Extraordinario y acabó siendo decano de la Facultad de Derecho de la UB. En 1960 tuvo que exiliarse debido al aumento de detenciones de comunistas catalanes, lo que le permitió ampliar sus estudios en la École Practique des Hauts Etudes de la Sorbona, en París.

En 1966, sin embargo, fue detenido por participar en la 'Caputxinada' --la asamblea antifranquista que se hizo en la sede de los Capuchinos de Sarrià, en Barcelona--, por lo que fue expulsado de la universidad. En 1969 fue detenido otra vez, y condenado a seis meses de cárcel, así como a pagar diversas multas como consecuencia de sus actividades políticas.

Posteriormente, alternó su carrera política con la universitaria. Participó activamente en el movimiento de profesores de universidad. Entró en la UB como profesor adjunto, consiguió la Cátedra de Derecho Constitucional, y en 1985 fue nombrado decano de la Facultad de Derecho. Como profesor, impulsó la creación del Sindicat Democràtic d'Estudiants de la UB.

Estaba retirado de la vida política al diagnosticársele Alzheimer, enfermedad que su familia hizo pública en 2007.