La UB retendrá 7,5 millones hasta que la Generalitat pague sus deudas

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BARCELONA 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Universitat de Barcelona (UB) ha aprobado en su presupuesto para 2011 una retención de crédito preventiva de 7,5 millones de euros hasta saber si la Generalitat saldará su deuda sobre la financiación variable con las universidades públicas.

Según han asegurado a Europa Press fuentes del pleno del Consejo Social, se trata de una enmienda "pactada" entre el rector, Dídac Ramírez, y el presidente del Consejo Social, Joaquim Coello, para que los presupuestos prosperaran.

"La incertidumbre ha llevado a que el Consejo Social apruebe una retención de crédito preventiva de 7,5 millones de euros para, si se da el caso, poder disponer de medidas para reducir o controlar un posible déficit", ha asegurado la universidad en un comunicado.

El presupuesto aprobado alcanza los 379,41 millones de euros, con una cifra global similar a la del año pasado, y que busca el equilibrio presupuestario del centro, cometido para el que contará con un Plan de Ajuste Económico con propuestas que pretender aumentar los ingresos y disminuir los gastos.

No obstante, este equilibrio está sujeto a que el Govern mantenga las mismas cifras de financiación por objetivos que en 2009, lo que significaría para la universidad el ingreso de 25 millones de euros en 2011 en concepto de objetivos.

GASTARÁ 12 MILLONES MENOS

Concretamente, el presupuesto de 2011 supone una reducción de 12 millones de euros en los gastos, al pasar de los 276,6 millones de 2010 a los 264,2 que el centro tendrá este año, una reducción debida en parte a la aplicación del decreto de reducción de sueldos aprobado por el Gobierno.

La UB también ha reforzado la partida de políticas universitarias con un incremento del 10 por ciento para apoyar las necesidades que supone la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y el fomento de la producción científica.

En cuanto a los ingresos, la UB espera un crecimiento en los académicos y otros ingresos propios, mientras que en la financiación pública se ha estimado una caída del 4,3 por ciento, y en fondos procedentes de transferencias corrientes de otras entidades la caída esperada supera el 25 por ciento.