Un último acusado por el ataque a antifascistas ante la Sala Stroika niega su implicación

Juicio al último acusado por el ataque ante la sala Stroika
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 19 noviembre 2018 14:29

Fue identificado después de que se juzgara a 15 neonazis por intento de homicidio

BARCELONA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -

Un último acusado por intento de homicidio en una paliza a antifascistas ante la sala Stroika de Manresa (Barcelona) juzgado este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona ha negado participar en el ataque o estar presente ese 23 de marzo de 2012.

El acusado, Pedro M.M., de 46 años, ha sido juzgado ahora porque fue identificado posteriormente al juicio por su presunta implicación en el intento de asesinato de dos jóvenes, unos hechos por los que fueron condenados diez neonazis a penas de entre 16 y 19 años de cárcel, con sentencia firme del Tribunal Supremo.

Pedro M.M. ha asegurado en la vista que no participó en esa agresión y ha indicado que conocía a uno de los implicados porque trabajaba con él, y que otro lo extorsionó para obtener 5.000 euros asegurando que haría daño a su familia.

Preguntado por el fiscal por qué su teléfono estaba ubicado en la zona donde ocurrieron los hechos ha explicado que se le dejó olvidado en la furgoneta de su compañero de trabajo.

Sobre si ha estado relacionado con grupos de extrema derecha, ha afirmado: "De extrema derecha nada, qué dice, por favor", y ha asegurado que tuvo conocimiento de la agresión por el Telediario.

El fiscal pide para él 23 años y tres meses de cárcel por un presunto delito de asesinato en grado de tentativa, uno de lesiones y uno de daños, y pide indemnizar a las víctimas con más de 160.000 euros por las lesiones y secuelas, de forma solidaria con el resto de implicados.

SENTENCIA DE 2014

En julio de 2014, la misma sección de la Audiencia de Barcelona juzgó a una quincena de 'skins' que la noche del 23 de marzo de 2012 atacaron a las puertas de la sala Stroika de Manresa a varios jóvenes que acudían a un concierto de grupos antifascista.

El tribunal consideró probado que el acusado Javier C. convocó a 15 personas para atacar con barras de hierro, palos y bengalas a cualquier asistente al concierto de la sala Stroika al suponer que "serían de ideología contraria a la que los mismos procesan".

Usaron en el ataque bengalas, barras de hierro, otros objetos contudentes, además de pasamontañas y bragas para ocultar su cara y se fueron a la sala para golpear a todos los que encontraran "que por su aspecto pudieran considerarlo su enemigo, asumiendo que podían incluso causar la muerte con ellos".

A las inmediaciones de la sala atacaron a un joven de 16 años y a otro de 18 --por la estética 'punk' de uno de ellos-- con la intención de golpearles asumiendo que por el número de integrantes y la fuerza podrían causarles la muerte: al menor le dieron golpes en la cabeza y cayó al suelo "prácticamente inerte", mientras el mayor de edad pudo escapar hasta la puerta de la discoteca donde fue socorrido por otras personas