BARCELONA, 5 May. (EUROPA PRESS) -
El impacto económico del vandalismo en empresas de transporte ferroviario supuso un gasto de 62,7 millones de euros entre los ejercicios 2015 y 2016, por lo que los operadores han reclamado más protección a los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.
Así lo ha puesto de manifiesto el Observatorio del Civismo, integrado por operadores como Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), Tram y Renfe, que han apuntado al vandalismo grafitero como el principal problema de seguridad, han informado en un comunicado este viernes
Y es que la red ferroviaria sufre una media de entre cuatro y cinco pintadas diarias por parte de grupos organizados, y entre 2015 y 2016 se han realizado 1.321 juicios por vandalismo y se han abierto dos expedientes diarios por faltas administrativas, mientras que por agresiones se han llevado a cabo 1.068 juicios y abierto más de un expediente al día.
Según datos de todos los operadores que integran el Observatorio del Civismo, en los dos últimos años se han producido 3.413 intrusiones vandálicas con un total de 8.644 vagones grafiteados, alcanzando una superficie de pintadas en trenes de 256.482 metros cuadrados.
También han aumentado otros comportamientos incívicos, como los daños a la infraestructura, con lo que se han producido 2.801 acciones en dos años, un 80,6% de las cuales fue contra puertas, paredes y mobiliario y el 19,4% restante contra circuitos de video, sensores, detectores y cableado.
El observatorio del Civismo del Transporte Ferroviario está integrado por FGC, TMB, Renfe, Tram, Metro Bilbao, Ferrocarrils de la Generalitat de València (FGV), Metro Madrid, Metro Sevilla, Metro Málaga, Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), Euskotren (Tren, Tranvía de Bilbao y Tranvía de Gasteiz), Tranvía de Zaragoza, Metropolitano de Tenerife y Metros ligeros de Madrid.
