MELILLA, 2 Sep. (EUROPA PRESS) -
Rachid Ahmed Tieb, el agente de la Policía Nacional que el sábado atendió a las personas que fueron atropelladas en la calle Larios de Málaga y detuvo después al responsable de los hechos manifestó hoy que las felicitaciones que más le "han llenado sin menospreciar ninguna han sido las de los propios ciudadanos en el momento del incidente".
En declaraciones a los periodistas, tras ser recibido por el delegado del Gobierno en Melilla, Gregorio Escobar, para agradecerle su intervención, el oficial de la Unidad de Prevención y Reacción de la Jefatura Superior de Policía de Melilla, tras el aluvión de agradecimientos y felicitaciones por parte de instituciones, aseguró que hizo "lo que tenía que hacer" y nunca pensó que su actuación "iba a tener tanta repercusión".
El agente narró que se encontraba en Málaga por motivos médicos cuando el sábado 30 de agosto, vio cómo "un vehículo accedía a la calle peatonal". "Pensábamos que era un operario, pero de repente aceleró hasta que arrolló a las dos primeras personas --una familia italiana-- y como acto de reflejo, seguí al vehículo", explicó.
Rachid Ahmed aseguró que temió lo peor porque al kamikaze "se le notaba que iba con intención" de atropellar al mayor número de peatones posibles y tuvo que reaccionar cuando "a escasos metros estaba una señora herida (Asumpta Mastroniani)" a la que dio los primeros auxilios junto con otros ciudadanos. "Entonces --prosiguió-- la gente empezó a gritar porque el conductor había llegado hasta el fondo de la vía y volvía de nuevo a la calle Larios, por lo que se presentó una situación delicada".
En este sentido recordó que a la mujer que estaba tendida en el suelo la tuvieron que apartar "porque el vehículo venía hacia ella". "Cuando ya estaba el coche medio parado tuve que romper el cristal porque aún identificando como policía se negaba a abrir la puerta", agregó.
Una vez que logró inmovilizar a A.B.M. "lo peor fue cuando empezaron a llegar todas las personas afectadas, lógicamente muy nerviosas" y vivó "un momento muy delicado porque querían linchar al conductor".
Rachid Ahmed, en posesión de la Cruz al Mérito Policial con Distintivo Blanco, recordó que fue ayudado "por otro guardia civil y un compañero del Cuerpo Nacional de Policía que no se quién es y otros que estaban allí" para que el kamikaze no fuera linchado. "Tengo que agradecer a los malagueños y al pueblo de Málaga porque una vez que me identifiqué, todos me apoyaron y la mayoría se comportó, porque se tuvo que hacer lo que se tenía que hacer", al evitar que se atropellaran a más personas y que el responsable del suceso no fuera objeto de un linchamiento físico por parte de las personas allí congregadas.
El policía de 37 años de edad, que ha hecho toda su carrera en Madrid (ocho años), en la Brigada Provincial de la Policía Judicial, hasta volver a su ciudad natal, reconoció que cuando actuó "no pensaba en esta repercusión".
