MELILLA, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Ciudad Autónoma de Melilla ha iniciado una investigación después del abandono de cuarenta borregos muertos arrojados al río de Oro, si bien avanza que las primeras pesquisas rechazan la hipótesis de que fallecieran por enfermedad.
Según ha informado una portavoz, la Viceconsejería de Salud Pública ha tenido conocimiento, a través de la Consejería de Medio Ambiente, de la existencia de corderos muertos en el río de Oro.
La citada fuente ha indicado que nada más tener constancia de este suceso "inmediatamente los veterinarios del Área de Salud Pública se desplazaron hasta el lugar para levantar acta". "Se ha determinado la asfixia como causa de la muerte", ha señalado, para precisar que "los animales no tenían ninguna enfermedad ni existe un problema sanitario".
La Viceconsejería de Salud Pública ha destacado que investigará los hechos y, si procede, se abrirá un expediente sancionador a los responsables, dado que se sospecha que fueron arrojados intencionadamente en este río en vez de gestionar su tratamiento en la planta incineradora.