Vega: "Sentirme más o menos guapa depende de mi felicidad, y lo estoy. El pelo crece"

Vega Se Rapa La Cabeza Para Su Último Videoclip
BEATRIZ VELASCO/EUROPA PRESS
Actualizado: jueves, 3 mayo 2012 13:52

MADRID, 3 May. (Alba G. Salas) -

Que es una mujer rompedora, lo sabemos todos aquellos que nos hemos sentado más de cinco minutos a hablar con ella. Es algo que ella irradia. Mercedes Mígel Carpio, más conocida como Vega, y más conocida por su paso por el programa OT, cumple diez años en el mundo de la música. Esto, aunque pueda parecer que ha sido gracias al televisivo programa, se debe a su voluntad por vivir de algo tan difícil como es hoy la música. Seguramente, sin ese programa, también lo hubiese conseguido. Como dice ella, "es sólo un escalón. El trabajo es el verdadero trampolín".

Ahora, la cantante cordobesa vuelve a la furgoneta recorriendo España para su gira de conciertos. Este animal de escenario presenta su quinto disco, "La cuenta atrás", sacado en 2011. Además, en su inicio de gira en Madrid -con lleno absoluto en el teatro Lara- presento su último videoclip. Allí, Vega se rapa la cabeza. Un look que la hace seguir igual de bella ya que "sentirme más o menos guapa depende de mi felicidad, y lo estoy. El pelo crece".

-Cambio de look total, ¿cómo ha surgido?

-Bueno, yo dije que "Requiem" es una de las canciones más personales que tenía y a nivel artístico tenía mucha carga emocional y con mucha crudeza. Es una canción que habla de una lucha diaria por lo que quieres, pero no violenta. Entonces, me propusieron desde la productora de Circo Cine, que es la productora de Luis Tosar y Farruco Castromán, hacer de la vida un "ring" constante donde yo corría y avanzaba pero siempre peleando por lo que quería. Ese efecto de raparme la cabeza representaba la crudeza. Era una forma de decir que, a veces, hay que hacer cambios drásticos para llegar donde uno quiere. De todas formas, no lo dudé dos segundos. Me va la marcha.

-Entonces, ¿no te arrepientes?

-¡Para nada! Es comodísimo. Además. Lo primero que hice fue ponerme delante del espejo tras salir de la ducha y echar la mano para atrás para pringar el espejo. Esto es algo muy masculino que nos da mucha rabia a las mujeres porque nos lo ensucian, así que me di yo el capricho de hacerlo. Luego me tocó limpiarlo, claro. Además, hay otra cosa de lo que estoy convencida, la belleza te la da la felicidad. El exterior es algo condicionado a eso, y el pelo crece.

-¿Por qué lucha Vega?

-Creo que por las mismas cosas que lucha cualquier persona. Por encontrar una estabilidad a nivel personal y profesional, considerar que soy feliz y estar contenta con el trabajo que hago. Lucho cada día por encontrar mi hueco en el mundo de la música, y creo que lo he encontrado, pero quiero seguir establecida ahí. Que mis letras sigan siendo la banda sonora de los momentos de mucha gente.

-¿Eres feliz? ¿Vives de uno de tus mejores momentos?

-Soy tremendamente feliz, soy muy afortunada en ese sentido. Vivo una buena etapa. Llevo muchos años de trabajo y tengo un gran respaldo del público, y eso quiere decir que diez años de trabajo tienen un resultado.

-Después de raparte la cabeza, ¿qué más serías capaz de hacer?

-Cualquier cosa para ser feliz. Este cambio no me parece tan radical porque es sólo algo físico, es puramente estético y no me condiciona para nada. Sentirme más o menos guapa depende de mi felicidad, y lo estoy.

-¿Has sentido que te desnudabas al público?

-No sé, es que yo he sido siempre muy transparente. También es una forma de decir a la gente que no debe tener miedo a los cambios si lo que luchan es por su felicidad.

-Ya has empezado tu gira de conciertos, ¿cuáles son esas primeras impresiones?

-Empezamos en el Teatro Lara en Madrid con un lleno absoluto. Las entradas se agotaron en apenas una hora y media. Es recoger lo que siembras. Fue increíble. Soy animal de escenario porque allí es donde mejor me comunico con mi público.

-Años después, ¿sigues poniéndote nerviosa cuando tienes que salir al escenario?

-Hombre, siempre tienes ese nudo entre el pecho y la garganta que no se quita hasta que no cantas las dos primeras canciones.

-¿Hay alguna ciudad que te haga especial ilusión visitar?

-Me ilusionan todas. Todos son conciertos distintos.

-La música, como todo, vive un momento horrible. ¿Quiénes son esas personas que en los malos momentos te han apoyado para seguir adelante?

-Soy afortunada porque mi familia siempre ha respetado mi opción de vida, dejándome total libertad de elección, quedándose en un segundo plano y respetando, apoyando y animándome en cada cosa que hago. Si a eso le sumamos que me rodeo de grandes profesionales, que son mis amigos, que creen en mi proyecto. Estar rodeada de gente así lo hace todo muy fácil.

-¿Qué haces cuando no piensas en la música?

-Pienso en estar con mi gente y simplemente disfrutar y hacer lo que hace todo el mundo. Salir a cenar, ver una película, leer, viajar...

-¿Y hay tiempo para el amor?

-Siempre. Para mí y para cualquiera. Sería absurdo decir que no.

-¿Es importante para ti?

-Para todo el mundo, quien diga que no es importante es porque probablemente tendrá su vida muy centrada en otra cosa. Siempre tiene que haber espacio para la vida personal. Es fundamental.

-¿Cuándo estás enamorada estás más inspirada para escribir o cuando sufres un desamor?

-Las letras de las canciones reflejan un estado de ánimo. Dicen que el desamor es mejor herramienta para escribir que el desamor. Escribo de amor, de desamor y de otras cosas.

-Vuelven los talent shows, ¿los ves?

-No, por suerte, tengo tanto trabajo que no tengo tiempo de ver la televisión. Además, no soy muy fanática de la televisión, prefiero mil veces varias horas con un buen libro.

-Tal y como está la música, ¿crees que tienen sentido este tipo de programas?

-No lo sé. Imagino que el programa en sí podrá triunfar, pero si los concursantes van allí porque piensan que es un trampolín, es un error. Esto es un talent show y para ellos podrá ser un primer escalón, pero no hay fórmulas mágicas. El trabajo es el mejor trampolín.

-De alguna forma tú te has colocado en una música más independiente o, al menos, con un público así. ¿Tú también lo sientes así?

-Eso dicen. No es que lo sienta así, imagino que eso ha llegado porque he tomado determinadas decisiones. No me gusta etiquetarme. Yo me limito a hacer mi trabajo con una honestidad total de lo que soy como persona.

-Te vemos súper luchadora pero, ¿hubo algún momento en el que pensaras en abandonar?

-Un levanto un par de veces al mes pensando en mandar todo muy lejos y digo que no puedo más (Risas), pero es normal. Todo el mundo en su profesión tiene días en los que dice que lo que hace no hay quien lo lleve. Eso es humano, pero las expectativas también crecen según vas creciendo. Si yo tuviese las mismas expectativas que cuando empecé sería muy feliz y un camino de rosas, pero ¡qué aburrido! Me gusta tener metas que cumplir y cosas por las que trabajar. Siempre tiene que haber algo que se atragante un poco.

-¿Cuál es tu expectativa máxima en el mundo de la música?

-Ser feliz, pero sí es verdad que nunca me pongo una expectativa que me cree frustración. No tengo una meta a largo a algo que sea completamente irreal. Si eso llega será por trabajo.