MADRID, 31 Oct. (CHANCE) - Los amores incompredidos y las relaciones que se acaban, son para Taylor Swift la inspiración de la mayoría de sus éxitos. Hace poco admitió que casi todas sus canciones llevan un nombre masculino detrás, que ha influenciado de algún modo en su vida. Sin embargo, parece que en su nuevo disco, llamado 1989, la musa de su inspiración musical ha sido nada más y nada menos que Katy Perry. En la línea de mandar mensajes subliminales al ritmo de la guitarra, la cantante no ha querido perder la oportunidad de contarle a sus fans, que no considera a la de California una verdadera amiga. Y una vez confesado su secreto, de lo mal que se ha sentido con la actitud de Katy Perry, sobre todo por sus comentarios en las galas de los premios, ha decidido titular Bad Blood a la canción en la que la describe como una enemiga por intentar sabotearle toda una gira. Sin pelos en la lengua, aunque sin llegar a nombrar nunca a Katy Perry, Taylor Swift admite sorprenderse de la situación porque ni siquiera ha sido por un chico, sino por envidia en el trabajo, al querer contratar a sus espaldas, según canta la joven en el nuevo single, a un buen número de gente que trabajaba para ella. Así que si en algún momento Katy Perry se ha preguntado por qué hay un distanciamiento por parte de la artista de country, nada más tiene que escuchar la canción que va dirigida a ella, para saber que su actitud no le gusta para nada a Taylor, por lo que ha decidido crear una guerra musical entre ellas.