MADRID, 17 Ago. (CHANCE) -
A poco menos de un mes de reanudarse el curso, hemos sabido que una veterana de la interpretación regresará a las aulas.
Se trata de Ashley Judd, que anunciaba en un encuentro con fans en Facebook Live haberse matriculado en la Universidad de Berkeley para empezar un graduado en Política Pública. "He decidido tomar el siguiente paso en mi viaje académico. A veces estoy verdaderamente emocionada y en otras ocasiones me pregunto dónde me he metido. Pero me siento muy apreciada y honrada porque me aceptaran", añadía la estrella de Olympus Has Fallen.

En 2009, la actriz se inscribió en la universidad y más tarde fue galardonado con una licenciatura en Administración Pública especializada en la igualdad de género por Harvard. Tendrá que hacer algo de malabarismos para acudir a clases y compaginarlo con la promoción de Barry, cuya premiere se llevará a cabo el próximo mes de septiembre en el Festival de Cine de Toronto.
Un ejemplo patrio de que nunca es tarde si la dicha es buena es nuestro actor más internacional, Antonio Banderas. Antes de dar el salto como diseñador, el malagueño decidió matricularse en Central Saint Martins, una de las más prestigiosas escuelas de diseño del mundo, donde se formaron John Galliano, Alexander McQueen o Stella McCartney. "Es algo a lo que he estado dándole vueltas. Necesito ampliar mis conocimientos para adentrarme en ese territorio en el futuro. En realidad, me hace sentirme joven de nuevo, el tener que hincar los codos de nuevo para intentar entender algo desconocido", reconoció en los últimos premios Goya, donde confirmó el lanzamiento de su propia marca de moda.

"No me importó si [la universidad] iba a arruinar mi carrera. Prefiero ser inteligente que una estrella de cine", dijo Natalie Portman el año pasado en un discurso en la ceremonia de graduación de Harvard a la que fue invitada. En 1999, mientras trabajaba en la filmación de Star Wars, ingresó en esa misma universidad para obtener una licenciatura de Psicología que llegó en 2003. En 2004 tomó cursos de postgrado en la Universidad Hebrea de Jerusalén y dos años más tarde fue invitada como conferenciante a un curso sobre terrorismo y contraterrorismo de la Universidad de Jerusalén. Otra cosa, no, pero formación por si las cosas le van mal en la gran pantalla o se cansa de la industria no le faltan a la estrella de Cisne negro.

Pocas veces una celebridad logra pasar inadvertida, como le sucedió a Shakira en 2013 cuando se matriculó en la carrera de Historia de la Civilización Occidental en la Universidad de California en el año 2013. "Pasé completamente desapercibida y nadie me reconoció durante los meses que estuve yendo a clases. Me ponía una gorra de béisbol y unos pantalones deportivos, y me presentaba en el aula sin levantar la menor de las sospechas", le confesó a Jimmy Kimmel en su show nocturno.

Karlie Kloss, en plena polémica por su amistad conjunta con las archienemigas Taylor Swift y Kim Kardashian, decidió ingresar en la Universidad de Nueva York el año pasado. En su entorno alaban su faceta como ávida programadora informática y desde el año pasado colabora con las escuelas Flatiron y Code.org para ofrecer una beca a niñas jóvenes interesadas en Ciencias Informáticas o Ingeniería de Software.

El ángel de Victoria Secret presentó en su solicitud de matriculación una carta de recomendación de su colega de profesión, Christy Turlington, que cursó en el mismo centro Filosofía y Literatura Oriental en pleno apogeo profesional. La supermodelo californiana se quedó con ganas de más y comenzó a estudiar un máster en Salud Pública en la Universidad de Columbia.
Otra compañera de andanzas en la década de los 80 apostó fuerte por su faceta de empresaria y decidió formarse en la Escuela de Negocios de la Universidad de Harvard. En 2011, la polifacética modelo y presentadora Tyra Banks, que acaba de estrenarse como madre gracias a un vientre de alquiler, cursó un semestre completo con la intención de seguir construyendo su carrera en el mundo del entretenimiento. El curso de tres semanas le costó la friolera de 31.000 dólares, un desembolso que asegura mereció la pena. "Pero siento que es así, por lo que vale la pena. Para que mi empresa crezca y sea la mejor, y para llegar a las mujeres, y para servirlas", comentó a la cadena CBS. Un rostro conocido más que corrobora aquello de que la sed continua de conocimiento es una conducta intrínseca al ser humano.
