CANALES RIVERA/EUROPAPRESS
MADRID, 15 Jun. (CHANCE) -
Canales Rivera no estaría viviendo el mejor momento de su vida, el torero está cada vez esta más alejado de las plazas de toros, misma distancia que mantiene con sus primos, Francisco y Cayetano, con los que lleva sin mantener relación desde hace años. Además el sobrino de Paquirrín no atravesaría una buena situación económica y como dice el refrán "cuando el dinero sale por la puerta, el amor salta por la ventana" y parece que lo único que ha entrado en la vida del diestro es la violencia.
El pasado mes de noviembre informábamos en exclusiva del desagradable incidente de Canales Rivera con un cámara de televisión. Mientras Canales protagonizaba una acalorada discusión con Ernesto Neyra, un cámara de televisión se dedicaba a hacer su trabajo y captar la escena, sin embargo los amigos del torero empezaron a obstaculizar su trabajo, para minutos después ser el propio Canales el que increpaba al profesional, llegando incluso a tirar la cámara al suelo mientras otro amigo le propinaba un puñetazo.
Una violenta situación que posicionaba la conducta del torero en el punto de mira, a la que ha regresado después de protagonizar otra desagradable escena, aunque esta vez con él como gran damnificado. Según informa EL ESPAÑOL, el torero ha vivido en su tierra uno de los episodios más desagradables de su vida coincidiendo con la comunión de su hija.
Según confiesa el torero, después de celebrar la comunión de su hija fue a cenar con una amiga a Zahara de los Atunes. En el restaurante coincidió con un grupo, formado por tres chicas y dos chicos, de antitaurinos que nada más ver al torero empezaron a hacer comentarios en alto tachándolo de "asesino". Antes de salir del establecimiento se acercaron hasta la mesa del torero para dedicarle varios insultos, mientras el resto de los comensales pedían que le dejasen tranquilo. Pero lo peor esperaría fuera.
Cuando Canales y su compañía se decidieron a abandonar el local se encontraron por sorpresa con sus agresores, que antes de permitirle reaccionar le increparon con un puñetazo en el ojo, lo que le ha producido un derrame ocular, enfrascándose en una agresiva pelea.
Después de acudir al hospital, Canales puso la denuncia en la comisaría de Barbate. El suceso está siendo investigado y aunque todavía no se conoce la identidad de los agresores, tanto el dueño del restaurante como el resto de testigos confirman el testimonio de Canales Rivera, que una vez más se ve envuelto en la polémica y rodeado de violencia.