MADRID, 18 Ene. (CHANCE) -
Cher dona miles de botellas de agua al pueblo envenenado de Michigan. La cantante da la voz de alarma sobre la situación de emergencia que padece Flint, con más de 30.000 personas afectadas de daños irreversibles por el agua contaminada con plomo.
Cher dona miles de botellas de agua a los residentes de Michigan. La cantante, impactada por la crisis que asola a los habitantes de la localidad de Flint (Michigan) por el consumo de aguas contaminadas con plomo, ha decidido dar un paso al frente y regalar 180.000 botellas, según confirmaba en un comunicado oficial enviado a The Associated Press. "Esta es una tragedia de proporciones asombrosas e impactantes que está sucediendo en el centro de nuestro país", decía la estrella musical en la nota de prensa.
Según las últimas informaciones, 100.000 habitantes de la ciudad no han tenido agua potable segura desde 2014, coincidiendo con la decisión de las autoridades de sacar agua del río Flint como medida de ahorro. Asimismo, la ausencia de un tratamiento correcto en el tratamiento de las aguas corrosivas ha provocado la presencia de metales (plomo) procedentes de las viejas tuberías y, por lo tanto, la contaminación acuífera.
BARACK OBAMA FIRMA UNA DECLARACIÓN DE EMERGENCIA PARA PONER EN MARCHA LA AYUDA FEDERAL
Cher, ganadora de un Oscar se habría puesto en contacto con Brad Horwitz, un amigo personal e inversionista en la compañía Icelandiz Glacial, que convenció a los líderes de su empresa para que duplicaran la donación de la cantante, 181.440 que llegarán al Banco de Alimentos de Eastern este mismo miércoles.
La emergencia es de tal envergadura que el presidente Barack Obama firmaba una declaración de emergencia para poder aportar ayuda federal a la zona afectada.
La alarma saltó en el año 2014, cuando fueron detectados valores desorbitados de plomo y cobre en sangre, cerebro, huesos y órganos en los cinco miembros de la familia Mays. Michael, Melissa y sus tres hijos, de edades comprendidas entre los 11 y los 17 años, ya padecían las graves consecuencias del envenenamiento, que incluía convulsiones, pérdida de la visión y de la memoria, hipertensión, ansiedad crónica... Fue el primero caso conocido de las 30.000 personas que en estos momentos sufren daños irreversibles según los médicos y con los que Cherelyn Sarkisian se ha preocupado.
