MADRID, 7 Nov. (CHANCE) -
Después de unas semanas complicadas, Gonzalo Caballero ha regresado a su domicilio en silla de ruedas y es que el diestro ha reconocido que han sido los momentos más duros de su vida en los que llegó incluso a asumir su muerte.
Agradecido con las personas que ha tenido a su lado durante estos 25 días ingresado en el Hospital Francisco de Asís, el diestro estuvo acompañado por su madre Chiqui del Hoyo, su íntimo amigo Carlos y su compañero de profesión y 'hermano mayor' Miguel Abellán durante la rueda de prensa en la que habló de su grave cornada: "Se dice que los toreros estamos preparados, pero en el transcurso en el que me llevaban a la enfermería, el asumir mi muerte fue algo muy duro, cuando llegué a la camilla sin poder respirar notando como un grifo de sangre caliente se iba por mi mano lo último que dije es que le dijesen a mi madre que la quería".
Y es que tras perder tanta sangre, sus riñones comenzaron a fallar: "Estaba conectado a una máquina de diálisis y me puse a llorar. Sentí que había perdido, que aquel toro me había ganado la partida y me vi derrotado. Pensé en abandonar todo, ya no el toreo, me dijeron que tenía una crisis renal grandísima que nos había si iba a recuperar los riñones".
Aún así, Gonzalo consiguió salir adelante gracias al cariño y el amor de los suyos, sobre todo, al de otros maestros como Miguel Abellán que le impulsaron a seguir: "Cuando se fueron me di cuenta de que la vida no se trata de abrir una puerta grande, de triunfar... que la vida es caerse, levantarse y seguir siempre con la cabeza alta y luchar por lo que uno sueña. Me vine arriba de una manera que nunca me había sentido así. Empecé a imaginarme mi reaparición y a sentir la maravilla de profesión que tengo”.
Lejos de querer alejarse de los ruedos, Gonzalo Caballero continúa con su intención de volver pronto a torear: "Ahora tengo una larga recuperación, pero lo voy a dar todo para que el año que viene pueda volver y recoger ese fruto. Decían que tanto castigo tenía que tener recompensa y creo que la mayor es sentirse admirado y creo que cada vez que me voy a la plaza de toros de Madrid siento el cariño de la gente”.
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