MADRID, 7 Abr. (CHANCE) -
Sin duda, una de las revelaciones televisivas que nos ha dado los últimos años la televisión española ha sido Mario Vaquerizo. Conocido siempre como 'el marido de Alaska', el representante de algunas de nuestras estrellas alcanzaba una popularidad increíble en su reality show que protagonizaba junto a la otra mitad de Fangoria.
En Alaska y Mario, descubrimos un montón de secretos de esta curiosa pareja que siempre ha llamado la atención. Pero el que las cámaras nos mostrasen su día a día, cómo trabajan, como celebran sus eventos, como su propia boda o el cumpleaños de 'Olvi' y también sus caprichos, manías y aquello por lo que tienen debilidad.
Como por ejemplo las operaciones estéticas, de las que Mario Vaqerizo es fan. En más de una ocasión, en el reality show de MTV le vimos preocuparse por su aspecto y también pasar alguna que otra vez por la clínica. Eso sí, preocupado en demasía por sus pómulos, que tienen que estar bien marcados.
MARIO VAQUERIZO: "A MÍ LA CIRUGÍA ESTÉTICA ME HA SALVADO LA VIDA"
Por eso no nos extraña las últimas palabras que ha dedicado en su entrevista para la revista Semana, donde Mario no ha dudado en confesar que le encanta hacerse retoquitos:
"Me he pasado las Navidades con cuatro pómulos en la cara que me puso el doctor Enrique Monereo. A la vez me hice las bolsas y la papada. Hay gente que se conforma con lo que le han dado pero yo no, a mí la cirugía estética me ha salvado la vida, porque he tenido muchos complejos", afirma.
Sin duda, Mario lleva apareciendo mucho ante los objetivos de las cámaras, pero este pequeño 'guilty pleasure' ha hecho que su rostro cambie, como por ejemplo si nos remontamos a algunas fotos de archivo de hace 15 años donde se puede ver el cambio (y también el de la intérprete de Geometría polisentimental).
"ME OPERO PORQUE QUIERO QUE SE NOTE"
"Gracias al avance de la ciencia los he podido paliar. No abogo por nada sino por la felicidad de las personas. Si está a mi alcance no voy a ser peor que el que no lo hace. Cuando me dicen que no se nota quiero que se note, que para eso me he operado", sentencia en Semana. Puede parecer un capricho frívolo, pero sin duda, también es cierto que a veces necesitamos ese pequeño retoque que nos haga sentirnos bien con nosotros mismos y que nos ayude en nuestra autoestima.
