Marisa Vicario, a su pesar, mantiene relación nula con sus nietos

MARISA VICARIO
MARISA VICARIO
Actualizado: viernes, 22 abril 2016 6:29

   MADRID, 22 Abr. (CHANCE) -

   Marisa Vicario, madre de la ex tenista Arantxa Sánchez Vicario ha vuelto a España tras un mes en Miami para descansar y recuperarse por el dolor de la pérdida de su marido y el altercado en el tanatorio con su hija y su marido Josep Santacana.

   La madre de la tenista salió muy disgustada de lo sucedido. Los hechos se produjeron porque Arantxa acudió al tanatorio para despedirse de su padre, algo entendible. Sin embargo, Marisa, Emilio y Javier, hermanos de la excampeona, al ver que aparecía con su esposo, no lo toleraron y empezaron una bronca que acabó con la pareja retirándose del tanatorio y con Marisa desmayada, al ver todo lo que estaba pasando.

   Ahora, algo más animada, Marisa ha vuelto a Barcelona y ha hablado con Lecturas, para confirmar que está más tranquila... aunque su relación con Arantxa no ha mejorado y sigue sin hablarse con ella. De hecho no sabe nada desde que la vió en el tanatorio. "De Arantxa no sé nada. Nada de nada. No ha habido contacto", admite.

   Sin embargo, su madre no cierra puertas y si que busca una reconciliación: "Mi hija está como hechizada, como encerrada. Creo que esta situación solo se superará si ella consigue ver más allá y se acaba dando cuenta de que somos su familia y la queremos", dice en Lecturas.

   Además, afirma que está encantada con su papel de abuela, pero que desgraciadamente solo disfruta de 7 de sus 9 nietos, los otros dos, Arantxa y Leo no ve a través de las disputas familiares con su hija y no sabe de ellos. Lo que si es cierto es que en el nacimiento de Arantxa, allá en el 2009, hicieron una presentación a la prensa en el hospital y los abuelos sí que acudieron, por lo que realmente las cosas empezaron a empeorar alrededor de ese año, al nivel de no encontrar reconciliación posible, y los abuelos dejaron de ver a sus nietos.

   Marisa se queda con que Arantxa fue a despedir a su padre, de hecho coincidieron en el ascensor y se dieron un beso. Su posición es de calmar las aguas y quedarse con lo bueno.