MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Según van pasando las horas, se van sabiendo más datos sobre el misterioso robo en casa de la artista. Durante todo el día de ayer la residencia de La Moraleja fue un ir de venir de policias, operarios y familiares. Incluso la abogada de Isabel Pantoja, Graciela Otondo, se personó en el domicilio para conocer detalles del incidente.
Al parecer los ladrones accedieron al chalet a través de la puerta de la piscina aprovechando que nadie se encontraba en la residencia ya que desde hace semanas la cantante se encuentra en su finca gaditana. Isabel se trasladó hace unas semanas a Cantora con toda su familia ya que la finca está mucho más cerca de Málaga, ciudad donde se está celebrando el jucio por blanqueo de capitales en el que la sevillana está imputada junto a Julián Muñoz y Maite Zaldívar.
Tras notificarse el robo por parte del jardinero de la casa, cuatro coches de policía de la brigada especial se trasladaron a la casa de Isabel Pantoja para comenzar la investigación del misterioso atraco. De lo poco que ha trascendido es que la cantante, lógicamente, ha interpuesto ya la demanda pertinente, que los ladrones entraron por la ventana de la piscina, que salieron por la puerta principal y que los daños ocasiones son elevados. Hay quien está ya comentando que el atraco podría haberse realizado por encargo.
Ni la tonadillera o su familia saben todavía cuáles son los objetos sustraídos. Así lo confirmaba la sobrina de la cantante, Anabel Pantoja, que acudía la primera a la vivienda. "Ha sido un susto muy grande pero gracias a Dios no estábamos dentro. No sabemos qué han robado", comentó cuando abandonó la casa.
También se personaron en el domicilio el hermano de la artista, Agustín Pantoja; y la abogada, Graciela Otondo, que con aspecto de preocupación, llegaba a la casa conduciendo su propio vehículo. Sorprendida, no sabía lo que había pasado.
Mientras se investiga el misterioso robo y se esclarecen las causas y motivos del mismo, Isabel permanece en su finca de Cádiz, afrontando este nuevo varapalo. Sin duda, no son buenos momentos para la tonadillera.
