MADRID, 13 May. (CHANCE) -
A Mónica Cruz el fin repentino de Top Dance le sentó como un jarro de agua fría. "Fue una pena, sobre todo por los bailarines", cuenta a CHANCE en la presentación de los nuevos Shakissimos de Nescafé, de los que es embajadora.
Con una carrera dilatada como bailarina -viajó por todo el mundo-, en su casa el arte ha sido parte del día a día. "Mis padres siempre potenciaron esa parte tan artística nuestra", dice orgullosa de los triunfos de sus hermanos y de los suyos propios.
Está completamente centrada en su carrera como diseñadora y la maternidad. Y con tanto lío, ¿tendrá tiempo para amores? ¡Cómo tiene que ser el hombre por el que se deje conquistar? ¡Nos lo cuenta!
CHANCE: ¡Menuda sorpresa el fin de Top Dance! Cuando por fin el baile había vuelto a la tele.
Mónica Cruz: A mí también, pero la tele es así. Me ha pasado siempre y tú, por mucho que quieras, no puedes hacer nada. Es una pena porque empezó muy bien. Los dos primeros programas fuimos líderes de audiencia, si no hubiera sido lo hubiera entendido más fácilmente, pero no empezó a rastras.
CH: Y además en redes ha funcionado genial.
M.C: Me ha dado mucha pena y por lo que más por los bailarines porque han trabajado muy duro. Que se lo corten así, sin una gala de despedida.
CH: ¿En qué estado crees que está el mundo del baile en nuestro país?
M.C: En el que ha estado siempre. Hace falta dar más oportunidades, ya sea de teatro, televisión, musicales. Yo siempre digo que dentro del arte es de las ramas más castigadas. Cuando yo estaba en activo era así y ahora sigue siendo así. Lo que me tranquiliza es que los bailarines no pierden la ilusión, sobre todo los que están empezando, que es lo más difícil. Solo ellos saben lo que es ir a clases y ensayos, que cuesta un dinero, y luego ir a trabajar de noche para poder pagar las clases porque no tienes puertas donde llamar. Es parte de su "encanto".
CH: ¿Ahora mismo qué te gustaría hacer?
M.C: Seguir con mis trabajos, mis diseños, que en esto estoy siempre, proyectos de cine y de televisión, de publicidad. Quiero compaginar todo siempre.
CH: Profesionalmente no bailas pero ¿en casa? ¿con la niña?
M.C: Qué va, no me da tiempo. Tendría que estar todo el día metida en un estudio y ya lo he hecho y estuve muy contenta. No paraba en casa: maletas para acá y para allá. De Japón a Australia.
CH: ¿Y no echas de menos eso?
M.C: No, porque ya pasé esa etapa. Cuando veo un espectáculo, me entra el gusanillo, pero ahora me quedo con lo que tengo.
CH: ¿A qué tipo de proyecto le dirías 'sí' sin casi pensártelo?
M.C: Algo que tenga que ver con el baile. Cuando empecé con Top Dance no me gustaba lo de la palabra jurado, pero al final ha sido mi vida durante 27 años.
CH: ¿Cómo has compaginado este tiempo la maternidad con el trabajo?
M.C: He hecho malabares, como todas las madres.
CH: Hace unas semanas dijiste que le dabas aún el pecho a Antonella, ¿continúas?
M.C: Sí, y lo he hecho durante casi tres años, pero hace un mes que lo he dejado. ¡Y hubiera seguido! Soy partidaria de la lactancia porque es bueno para el bebé, la mamá y se crea un vínculo especial. Nunca he ha dado vergüenza darle el pecho cuando mi hija me lo ha reclamado; nadie me ha dicho nada ¡y que lo hubiera intentado porque hubiera saltado!
CH: Antonella está a punto de empezar el cole.
M.C: Sí, y quiero que sea un centro bilingüe y que le potencien su creatividad, tampoco quiero que no pueda ir al parque porque esté cargada de deberes, como les pasa a otros niños. Los niños tienen que ser niños.
CH: ¿Has pensado en volver a ser mamá?
M.C: Sí quiero tener más niños y sé que no puedo tardar mucho.
CH: ¿Eres muy protectora con ella?
M.C: Sí, como todas las madres.
CH: ¿Cómo andas de amores?
M.C: Sigo soltera y muy feliz. No es raro que una mujer esté soltera: tenemos que cambiar el chip. Que no tenga pareja no significa que tenga una tara ¡aunque las tendré!
CH: Pareces dura de conquistar.
M.C: Soy exigente, pero conmigo y con todo. Lo que quiero es un hombre, hombre.
CH: Por cierto, presentas lo nuevo de Nescafé. ¿Eres de las que se pasa el día pegada a la taza?
M.C: Lo bueno que tiene es que tiene espuma y es fresquito, perfecto para el verano.
CH: ¿Y te quita el sueño?
M.C: Lo suelo tomar por la mañana, uno o dos. Bueno, hoy me he tomado tres. No me afecta mucho y tampoco suelo tomar descafeinado.
CH: ¿Te cuidas mucho?
M.C: Sí, pero lo hago por salud y porque quiero vivir muchos años.
CH: ¿Cómo es vivir rodeada por estrellas de Hollywood como son tu hermana Penélope y Javier Bardem?
M.C: Para mí lo más importante es ver cómo ha ido evolucionando: cómo ha trabajado día a día, estando fuera. Eso es lo que ella me ha enseñado sin darse cuenta: todo esfuerzo tiene su recompensa. Además ha conseguido cosas que jamás te hubieras imaginado. Cuando estaba nominada le decía: "¿pero tú te acuerdas cuando nos poníamos a ver las pelis de Meryl Streep? ¡Pero si estás nominada con ella!"
CH: ¿Y cómo fue la noche de los Oscar?
M.C: Inolvidable, increíble. Estábamos mi hermano y yo siempre sentados juntos y fue tan emocionante.
CH: ¡Sois todos una familia de artistas!
M.C: ¿Pero sabes por qué? Porque a los niños hay que observarlos y apoyarlos. Mis padres nunca nos cortaron las alas porque veían que queríamos luchar por eso y trabajábamos duro. Yo sabía que si tenía que bailar no podía estar todo el día con mis amigas. Nos han ayudado a conseguir nuestros sueños en lo bueno y en lo malo.
CH: A tu hermano no le vemos mucho.
M.C: Siempre está encerrado en el estudio. ¡Y mira que se lo digo!
