Foto: ANTONIO GUTIERREZ HERGUEDAS
MADRID, 28 Jun. (CHANCE) -
Tamara Falcó se ha convertido en digna heredera del glamour y la elegancia de su madre, Isabel Preysler. Un día más la joven samaritana disfrutó de una tranquila jornada de compras donde fue asaltada por unas fans, deseosas por hacerse algunas fotografías con su ídolo del papel couché.
Asidua en todas las revistas del corazón en España, ha convivido con las cámaras de televisión y los paparazzi desde que nació. Mucho se ha escrito de ella como icono de la moda o imagen de distintas marcas de lujo.
TAMARA FALCÓ REPARTE SU TIEMPO ENTRE LA FE Y LA COMPRAS
Tamara Falcó es famosa desde el mismo momento en que nació, incluso antes ya que el anuncio del cuarto embarazo de Isabel Preysler fue noticia por sí mismo. Tras realizar diversos estudios de Comunicación en España y fuera, la joven se decantó por el mundo de la moda creando su propia firma que no funcionó. Probó suerte en la empresa de organización de bodas que tiene su padre en el Rincón, en la localidad madrileña de Aldea del Fresno, pero su pasión sigue siendo la moda y aunque no de manera profesional emplea buena parte de su tiempo como auténtica it girl.
Pero un buen día la hija del marqués de Griñón sintió la llamada de la vocación y se dedicó al estudio de la Biblia, llegando incluso a recibir el sacramento de la Confirmación para cumplir con el compromiso que adquirió con Dios cuando la religión se cruzó en su camino.
En la actualidad compagina perfectamente sus dos grandes aficiones: el voluntariado y las compras. Aunque aparentemente contradictorias, las dos actividades de la joven son las que más satisfacción le producen y así es tan habitual verla salir de una iglesia o de un hospital tras hacer compañía a algún enfermo como pasear por la Milla de Oro de Madrid.
Recientemente se dejó ver practicando la segunda opción, visitando algunas de las tiendas más chic de la capital. Siempre fiel a su estilo moderno y desenfadado, lució para la ocasión una minifalda blanca con volante y un top de tirantes con detalles en pedrería. Completaba su outfit con unas sandalias de cuña y bolso oversize de ante marrón.
Tras visitar una tienda especializada en motivos decorativos para el hogar, dio un tranquilo paseo de regreso a casa. Durante el recorrido unas admiradoras no dudaron en detenerla para charlar con ella. Tras saludarse con dos besos, Tamara posó muy sonriente junto a la menor de ellas. Inseparable de su móvil, también aprovechó para atender unos mensajes.
Recientemente volvía a convertirse en noticia a raíz de las informaciones que apuntaban que podría mantener algo más que una buena relación de amistad con uno de los hijos de Carmen Tello, Enrique, con el que se ha dejado ver últimamente muy a menudo. Recientemente con motivo de la boda de Miguel Solís en Sevilla, donde deslumbró con su presencia.
