Raquel Sánchez Silva sobre Honduras: "Si oyes 'pum-pum', no piensas que son petardos, piensas que son tiros"

RAQUEL SÁNCHEZ Silva CUENTA SU EXPERINCIA EN HONDURAS Y LIBRO
Foto: VOGUE 

MADRID, 23 Jun. (CHANCE) -

   Tras su reciente vuelta de Honduras y su estreno como escritora de novelas, Raquel Sánchez Silva se ha convertido en un 'animal televisivo' y es que como ella mismo ha confesado comenzó a disfrutar de su trabajo cuando dejó de preocuparse por su apariencia "por ser-estar-parecer perfecta y se me quitó la vergüenza y el miedo a equivocarme".

   La presentadora ha dado una entrevista para la revista Vogue en la que la podemos ver relajada y más contenta que nunca, a pesar de haber vuelto de Honduras se encuentra con ganas de seguir trabajando aunque comenta: "Dormiría durante una semana entera. Estoy muy desubicada. Sobre todo en casa; no encuentro mi ropa, ya no me acuerdo de dónde está nada... Van a pasar días aún hasta que recupere mi vida".

   Raquel está encantada con su trabajo como presentadora de 'Supervivientes' aunque reconoce que es difícil trabajar en un país como Honduras y explica: "Aunque vayas con seguridad, es un país en el que si te van a matar o a secuestrar, lo van a hacer de todas maneras" y cuenta uno de los espisodios que ha vivido durante su estancia allí: "Una noche empezamos a oír ruidos en una villa cerca de donde estábamos nosotros durmiendo y nos asustamos mucho. Cerramos todo a cal y canto, apagamos las luces y nos echamos al suelo a esperar a que pasara. Ahí, si oyes 'pum-pum-pum', no piensas que son petardos, piensas que son tiros".

SU EXPERIENCIA COMO ESCRITORA

   Es una mujer que ha pasado por momentos muy duros debido a la pérdida de su marido, Mario Biondo, pero también por los acontecimientos que se han sucedido después, con los que fueron sus suegros. Para superar todo esto Raquel se ha querido refugiar en su novela, "Mañana a las seis" donde ha podido unir tres historias muy diferentes: "El homenaje a las mujeres, a mi abuela y a mi madre, un mundo femenino y lírico" por otro lado "un montón de personajes muy extraños más cercanos a lo mágico que a lo real" y por último "el mundo de Lucía, la parte más instintiva, más animal y más sexual del libro".

   En Vogue Raquel confiesa que se ha tomado esta experiencia como escritora de una forma relajada y es que tenía claro que iba a escribir pero no que iba a publicarlo: "Si luego veo que lo que me sale no me lo leería, pues chica, al cajón y ya está" explica la presentadora y añade "por eso he trabajado muchos años en ella sin tener ningún tipo de contrato. Por mi cuenta. Trabajando sola. Y si luego se llega a quedar en una experiencia personal, pues ahí se queda".

   Raquel ha utilizado su novela como terapia y es que como ella mismo ha comentado es la mejor forma para sanar, "ha sido una terapia brutal". Pero esta experiencia no solo le ha servido para eso, si no que también la ha utilizado para mostrar sus sentimientos: "En muchos momentos se veían mis emociones reflejadas, emociones de todo tipo. Y la novela a mí me ha servido para reconciliarme con el mundo, porque al final trata sobre la diferencia entre la maldad y la bondad".

   Una mujer llena de positividad y es que Raquel Sánchez Silva sabe anteponer las cosas buenas a las malas experiencias: "A mí esta novela me ha ayudado a entender que hay mucha maldad, pero que es tan poca al lado de todo lo bueno... Me ha ayudado a poner en una balanza lo malo y lo bueno y decir no hay color".

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