Publicado 21/12/2023 13:24
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Cómo elegir un buen seguro de salud

Hay diferentes condicionantes a la hora de elegir un seguro médico privado
Hay diferentes condicionantes a la hora de elegir un seguro médico privado - CORTESÍA

   MADRID, 21 Dic. (CHANCE) -

   Un seguro de salud privado aporta, ante todo, tranquilidad. La reducción más que notable de las listas de espera para ver a especialistas y la amplia oferta de centros de salud y profesionales que ofrecen es fundamental para ello. A continuación, acercamos algunas recomendaciones a tener en cuenta si se va a contratar un seguro de salud.

Existen diferentes tipos de seguro de salud

   Es fundamental conocer que existen diferentes tipos de seguros de salud. De todas las opciones al alcance de los usuarios, destacan los seguros de asistencia sanitaria o de cuadro médico y los conocidos como seguros de reembolso de gastos médicos.

   En los llamados seguros de asistencia sanitaria, el asegurado debe pagar su póliza y a cambio tiene acceso tanto a un conjunto de profesionales como a diferentes centros sanitarios concertados con la aseguradora. Dentro de estos tipos de seguro se suele encontrar la modalidad con copago o sin copago.

   Cuando se opta por la opción de copago se logra abaratar el precio del seguro, de tal modo que el asegurado pagará una cantidad que puede oscilar entre los 3 y los 20 euros por cada servicio médico al que acuda. Con esta modalidad las aseguradoras también controlan más fácilmente posibles usos excesivos.

   Seguros con hospitalización. Aunque van asociados a una prima más elevada, son la mejor opción para aquellas personas que puedan requerir la atención hospitalaria. Por lo general, este tipo de seguros incluye la asistencia médica, el tratamiento o las posibles intervenciones. Todo ello, en alguno de los hospitales que pueda estar incluido dentro del cuadro médico de la aseguradora.

   En cuanto a los conocidos como seguros de reembolso de gastos, decir que son modalidades más caras que, a cambio, permiten que el asegurado pueda ir a cualquier profesional o centro médico. Tras la visita, ese gasto se pasa a la aseguradora, y es ella la que devolverá un porcentaje que suele ir entre el 70 y 90%. Siempre tienen un límite de gastos anual, mientras que el resto del importe deberá correr a cargo de la persona asegurada.

   Además de conocer cuáles son las principales pólizas que ofrecen las aseguradoras, es fundamental comparar diferentes opciones. Para ello, lo mejor es acudir a comparadores que te ofrecen toda la información más relevante a golpe de clic como es el caso del portal https://seguros-salud.arpem.com/.

Revisar el periodo de carencia

   Otra de las claves al seleccionar un seguro de salud pasa por revisar el periodo de carencia que se impone por contrato. Es decir, cuánto se prolonga el período inicial en el que la aseguradora no da todavía algunas de las prestaciones establecidas en la cobertura del contrato. Por lo general, suele afectar a las intervenciones quirúrgicas, hospitalización, las pruebas diagnósticas complejas, tratamientos de radioterapia y quimioterapia o partos, entre otros. No obstante, en la póliza esto deberá ir detallado y es fundamental que el futuro asegurado sea consciente de ello y esté conforme antes de firmar el contrato con la aseguradora.

   Generalmente, el tiempo de carencia oscila entre los 6 y 8 meses, en función del tratamiento. No obstante, en tratamientos de infertilidad, por ejemplo, este periodo se eleva hasta los 48 meses. Aunque en ocasiones hay excepciones para los asegurados que vienen de otras compañías.

Otros condicionantes

   Del mismo modo, las compañías aseguradoras de salud se reservan la opción de no asegurar a determinados perfiles que se pueden considerar de riesgo. Aquí entran en juego aspectos como la edad. Cada aseguradora tiene marcado una edad máxima de admisión, pero no de permanencia. De este modo, si el usuario llegó antes a tener el seguro podrá renovarlo si ninguna de las dos partes no se opone.

   Las aseguradoras también revisan cuál es el estado de salud previo. Por ello, el futuro asegurado debe rellenar un cuestionario de salud y, en ocasiones, también someterse a alguna prueba médica. A partir de toda esta información, la aseguradora determina si lo admite y si, aunque lo admita, pone algún condicionante o excluyente. Esto es así porque las aseguradoras suelen excluir de la cobertura que dan la asistencia relacionada con enfermedades o dolencias previas al momento de la contratación del seguro. En el caso de que una dolencia se oculte y posteriormente se solicite asistencia para tratarla, la aseguradora puede que no la ofrezca.

   Conocer todos estos aspectos así como cuáles son los puntos fuertes de cada póliza es fundamental para poder seleccionar la mejor cobertura médica privada.

(Información remitida por la empresa firmante)

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