Juana Martín y su España Black & White de lunares

MADRID, 02 de Septiembre 2012. Desfile de JUANA MARTIN. Imagen Oscar del Pozo (A
EUROPA PRESS
Actualizado: lunes, 3 septiembre 2012 14:39

MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -

La cordobesa es otra que se suma a la larga lista de diseñadores que han decidido hacer un homenaje a nuestra cultura en esta 56 edición de Mercedes Benz Fashion Week Madrid.

Poniendo en alza la tradición y los valores de nuestro país, Juana Martín bautiza su colección como '3Seven.53 N', las coordenadas de Córdoba, su ciudad natal. Y es que lo que pretende la diseñadora es exportar el estilo español al resto del mundo.

Con el binomio blanco y negro como línea conductora de todo el desfile, la cordobesa diseña para una mujer decisiva, expresiva, libre y elegante, para la que todos sus bordados y costuras se hacen artesanalmente con materiales como organzas de seda, gazar, alpacas y lanas, a veces con incrustaciones de cristales y tachuelas.

Los cortes rectos se ajustan perfectamente a la silueta femenina porque Juana quiere una mujer con personalidad, con fuerza, con carácter español. Por eso, propone toreras, hombreras marcadas, estampados de lunares. Todo un homenaje a nuestro país.

Las faldas lápiz ultra ajustadas y los pantalones pegados al cuerpo como una segunda piel con incrustaciones joya o de encaje laterales combinados con poses muy toreras han llamado especialmente la atención, aunque una espalda al aire avolantada a modo de capote ha conseguido eclipsar todo el desfile.

Las mangas y colas con volantes son otro símbolo más de la pretensión de Juana Martín. También hemos visto shorts con blusas troquelados en total white y, para la noche, la diseñadora cordobesa saca su artillería pesada: elegantes vestidos Black&White que después han dado paso a diferentes tonalidades como los tonos tostados y el rosa palo.

MARTIN LAMOTHE Y SU VISIÓN POP DEL CINQUECENTO ITALIANO

'Al Fresco'. Así es como se llama la colección de Martín Lamothe que cierra la tanda de desfiles del domingo. Inspirada en la cultura florentina, la diseñadora nos da su particular visión de la transición del renacimiento al marienismo.

"Un espejo de luz que no se nombra, donde los ángeles esbeltos, de sonrisa exquisita, cargada de misterio, se ven bajo la sombra de glaciares y pinos que el paisaje suscita", cita Baudelaire y recogen desde la firma para explicar su trabajo.

La colección se mueve entre dos gamas de color. Por un lado, los tonos pastel en rosas y azules, característicos de las vírgenes, y por otro, los verdes ácidos y militares, más típicos de los sfumatos. La riqueza de las texturas es absoluta, con tejidos siempre artesanales.

Los estampados arty, patchwork y composiciones caleidoscopias se han ido sucediendo modelo tras modelo en vaporosos voilés de seda de algodón. Blazers oversize con faldas rectas, vestidos largos y cortos, aberturas laterales en faldas, escotes en espaldas e incrustaciones de perlas en ciertas prendas han sido lo más repetido en el desfile de Martin Lamothe.

En cuanto a los accesorios ha primado la bisutería creada a base de cuarzos, cadenas y perlas inspiradas en los camafeos de la época. El calzado, en colaboración con Pilar Burgos, expresaba modernidad y frescura, a la par que comodidad, pues se trata de botines planos en malla transparente y tacón de plata.