MADRID, 18 Ago. (CHANCE) -
¿Acabas demasiado cansado a lo largo del día? Cómprate un mayordomo y serás feliz. O sé uno de ellos porque se ha convertido en una de las profesiones mejor pagadas.
"Lo más importante para ser un buen mayordomo es una buena actitud personal y saber dar el máximo servicio con la mínima intromisión", explica en el diario ABC Vincent Vermuelen, director de School for Butlers and Hospitality.
Esta escuela ofrece este exclusivo curso de 4 semanas a partir de septiembre en el hotel Plaza de Bruselas. El precio de la matrícula ostenta los 6.980€, parece caro ¿verdad? Pues bien ya hay sobre un centenar de personas procedentes de todas las partes del mundo que se han apuntado. Y es que el elevado precio será recompensado con una calidad excelente de material y profesorado. Sólo los mejores lo conseguirán porque hablamos de sólo 12 plazas.
Los mayordomos están siendo muy solicitados por los más privilegiados, en hoteles de cinco estrellas, embajadas, yates y mansiones privadas. Parece que la crisis no afecta al lujo y mientras unas familias pierden sus hogares y no tienen alimento que llevarse a la boca, un servicio de alto copete cuesta entre 50.000 y 180.000€ anuales.
Países como Rusia, Oriente Medio y China son en los que más demanda se recogen incluso abarcan la posibilidad de crear más escuelas.
Vincent Vermeulen, quien hace los castings de selección, asegura que ser mayordomo se aleja de los estereotipos creados en el cine y que se ha modernizado. Describe la profesión como 'un organizador profesional y alguien capaz de llevar adelante una casa moderna. Enseñamos a manejar la última tecnología o servir en hogares domésticos' asegura.
Llegado este punto, si te ves decidido a caer al lado ostentoso del lujo, deberás llevar el uniforme adecuado: chaqué reglamentario, pantalón gris, camisa blanca, chaleco gris, corbata negra, zapatos negros con cordones y guantes blancos a prueba de algodón.
Si te palpita el corazón cada vez que organizas una mesa de manera perfecta, te brillan los ojos cuando presentas un plato o cuando entras en un lugar con la máxima calma, seguridad y presencia, este es tu oficio.
Pero recuerda, esto es un trabajo duro, en el que mantener la neutralidad facial es clave. Vete quitándote esa sonrisita de la cara porque debes mostrarte inexpresivo. Esto hará de ti el mejor mayordomo, así que ¿te animas a intentarlo?
