MADRID, 3 May. (CHANCE) -
Las dinastías gitanas más mediáticas se despedirán el miércoles 3 de mayo de sus seguidores en Cuatro. El canal privado emite un gran capítulo, en el que los Fernández-Navarro regresarán a casa, los Jiménez pondrán rumbo a Benidorm, las Salazar disfrutarán en Londres del éxito y los Montoya abrirán, por fin, su boutique.
Los Gipsy Kings ponen punto final a una tercera temporada que ha colocado el docureality entre las grandes revelaciones de este 2017, con récord de audiencia tras subir 1,3 puntos su seguimiento con respecto a la segunda edición. Cerca de 1.700.000 espectadores son un motivo más que suficiente para que el canal deleite a los fans con una cuarta tanda, aunque eso está todavía por confirmar.
Los Fernández-Navarro descubrirán aquello que afirmó Dorothy cuando conoció al Mago de Oz: se está mejor en casa que en ningún sitio. Así que hartos de dar la vuelta a mundo, utilizarán sus zapatos de rubíes y regresarán da su Mallorca natal para sorprender a sus hijos. Y la sorpresa será mayúscula: su hijo Fali y su yerno Jose están celebrando una fiesta en la piscina de Villa Loli en la que han cobrado entrada para así recaudar el dinero que les falta y reparar el Panamera.
Unos llegan y otros se van. Los Jiménez se trasladarán a Benidorm, único destino capaz de sacarle una sonrisa a la deprimida Rebe. Antes de llegar, harán una parada en Onil para recoger la definitiva muñeca-clónica de su hija. Ya en la costa mediterránea, todo será poco para que La Rebe recupere el ánimo tras la anulación de su pedido. Si hace falta, se pide ayuda a la mismísima María Jesús y su acordeón.
Las Salazar, Mónica y Raquel, están en Londres, disfrutando de la City y dando suelta a su dominio del inglés. La empresa joyera que quiere contratarlas como imagen de marca pondrá la ciudad a sus pies. Sesiones de fotos, exclusivas cenas... y nuevos horizontes laborales se abrirán ante las reinas del 'brilli brilli'.
Finalmente, los Montoya afrontarán por fin la apertura de la nueva Boutique de Saray. El gran desfile de las Razas anunciado a bombo y platillo por el barrio que la vio nacer servirá de antesala a la inauguración de la deseada tienda, una noche de fábula que pondrá el broche de oro en la historia de los Reyes de Las 3.000.