Imanol Arias: "Viví los 80 de día y de noche, y soy de los pocos que sigue vivo"

El Actor Imanol Arias
BEATRIZ VELASCO/EP
Actualizado: jueves, 6 octubre 2011 15:12

MADRID, 6 Oct. (Por Alba González) -

Antonio Alcántara vuelve a nuestras pantallas para vivir los años ochenta. Imanol Arias y toda la familia Alcántara ha soplado las velas para celebrar sus diez años en pantalla. Y es que, estar tanto tiempo en televisión y con las audiencias que 'Cuéntame cómo pasó' registra cada noche, no es nada fácil y digno de celebración.

Imanol ha recordado su paso por aquellos años 80 y cómo vivió la famosísima movida madrileña. Una etapa que él define como muy intensa, donde vivía de día y de noche. Un difícil ritmo de vida al que sobrevivió.

Diez años después, el actor echa la vista atrás para ver cómo ha cambiado. Dice haber dejado de soñar pero, sin embargo, se ha llenado de ilusiones. Una de esas ilusiones es Irene Meritxell, su actual pareja, tras su ruptura con Pastora Vega, madre de sus dos hijos.

- ¿Cómo va a llevar Antonio Alcántara estar en el paro?

- Bien. No le preocupa tanto la cola del paro como las dificultades que le esperan. Todas las crisis vienen después de que alguien se excede. A él le pasó eso y le va a costar ver que tiene que volver a su sitio, hacer las cosas como él sabe hacerlo y dejarse de golpes de fortuna o sueños en el aire que sirven para poco.

- Temporada tras temporada seguís en lo más alto. ¿'Cuéntame' es una serie eterna?

- No, y menos ahora que en la televisión todo dura unos minutos. Incluso, el éxito dura segundos y se arrincona en el cajón del olvido, que es algo que se ha visto, ha funcionado y nunca más vuelve. El caso de 'Cuéntame' es singular porque ha tenido una posición muy clara, pero creo que todo tendrá un final.

- ¿Diez años pesan?

- Sí. Bueno, no, no es peso exactamente. Es difícil de entender, no es muy normal. No es casual. Te quita la posibilidad de hacer otras cosas, pero también te cambia la vida porque durante diez años tienes una comitiva de trabajo muy fuerte, de relación con la gente. Al ser tantísimos actores, para todos ha sido una experiencia muy enriquecedora, de verdad.

- La televisión dicen que tiene una función de entretenimiento. Ver la crisis también en pantalla ¿dará esperanza a los espectadores?

- 'Cuéntame' hace una comedia donde no se ríe de los errores, sino de los aciertos y minimizan esos aciertos. El grado de optimismo está en que las crisis se superan, y aunque tengan unas circunstancias diferentes las consecuencias suelen ser las mismas. La crisis del 79 no es lo mismo. Como el mundo está tan globalizado, lo que antes era una crisis nuestra, ahora afecta a muchas más personas. España sufre eso de que seamos competitivos y cuando sufrimos una crisis, nos afecta al paro.

- La audiencia de la serie cada año aumenta. Cuando llega una nueva temporada ¿hay presión por esos datos?

- Ya hemos aprendido que se fragmenta la tarta cada año. Nosotros el cálculo lo hacemos en función de la capacidad de espectadores y ya no nos preocupa porque los números han sido tan grandes, que aunque ha ido descendiendo, nunca ha sido tanto como para ponerse en peligro. Pensamos que tenemos más de los que nos hemos merecido. El año pasado, sí pasó porque hubo un repunte de casi un millón y medio de espectadores con toda la trama de las drogas. Eso nos ayudó otra vez a interesar a un público más joven.

- Volvéis a los 80. ¿Cómo recuerdas aquellos años?

- Los recuerdo muy intensamente, porque yo viví los 80 dos veces, y soy de los pocos que salió vivo de aquella circunstancia. No dormíamos por la noche y, además, trabajábamos por la mañana. Yo por aquella época ya hacía cine. Era una época muy dinámica donde no existían los padres. Yo no conocía a ningún padre de mis amigos, sólo en alguna fiesta esporádica conocí a alguno.

- Has propuesto a los espectadores que manden objetos de los 80 que les gustase ver en la serie. ¿Qué objeto enviarías tú?

- Yo voy a dejar una cazadora. Una trenca maravillosa de los 80 y la camisa de 'El laberinto de pasiones'.

- ¿Hay algo de esa época que echas de menos? ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor?

- No. Lo único que se puede echar un poco de menos, es que la gente se divertía y cotilleábamos igual, pero sin zafiedades. Allí solo tenía imagen la gente importante e inteligente. Los tertuliamos eran filósofos, no cualquiera. No eran filósofos de cuarta, ni ex políticos, ni frikis. Y eso se notaba mucho, la gente aprendía más rápidamente.

- Se acercan las elecciones. ¿Cómo crees que puede afectar a la cadena pública un cambio de gobierno?

- Es un misterio. La etapa socialista ha sido muy buena, en cuanto ha intentar hacer una televisión de calidad, pero los consejos que ha recibido el gobierno han sido demasiado interesados y a la televisión pública la intentan vaciar.

- Has comentado que en la calle te piden que también hagas películas. ¿Echas de menos el cine?

- Hay alguna vez que no puedes hacer un proyecto y te molesta. Siempre que estás en la televisión, y te va bien - que esto es tan complicado- y haces una película y demuestras que estás con posibilidades, te llegan guiones. Probablemente en enero me vaya a hacer dos películas internacionales con una gran producción. Parece que este año podré colocar fechas.

- Precisamente por tu trabajo cinematográfico, acaban de darte el premio a 'Una vida de cine' ¿Qué ha supuesto para ti este premio?

- Primero, es San Sebastián. Pertenezco a una generación que cambió el cine, no nosotros, sino las circunstancias. Ya gané este premio como actor novel y de reparto. He hecho 55 películas y al final, en la televisión nunca he presentado un programa de deportes o de corazón, excepto un 'País para comérselo' que es una cosa extraña, yo siempre he sido actor. Entonces, creo que han prescindido de eso y como ese premio también está relacionado con gente del País Vasco, tenía que caer.

- Junto con 'Cuéntame' también comienza la nueva temporada de 'Un país para comérselo'. ¿Qué veremos esta vez?

- Yo le llamo la etapa del gin- tonic. Vamos a ver más de los mismo, lo que pasa es que la primera temporada yo creo que no estábamos convencidos que supiéramos hacerlo. Teníamos muchas preguntas. La sensación es que este año tenemos más conocimiento, son más visibles. Lo que pasa en el mediterráneo siempre es brutal. No esperamos más de lo que ya tuvimos, que fueron 3 millones de espectadores, como no tenía desde Crónicas marcianas, que tenía un presupuesto de 1 millón por programa y destrozaba el país. Entonces, este año aspiramos a mantenernos, y si bajamos es normal porque eran muchos espectadores. Además, es un formato que se ha vendido a 57 países. Yo estoy muy contento por la experiencia y por Juan, porque es una idea suya.

- Ya hemos visto como ha cambiado Antonio, ¿Cómo lo ha hecho Imanol?

- Ha cambiado mucho. He dejado de ser un pesado, pero es que me tocó una generación pesada. ¿Te imaginas a Sabina cantando bachata? Estoy mucho más tranquilo, me tomo las cosas de otra manera. Me he llenado de ilusión pero me he borrado los sueños, que lo único que me producían eran pesadillas. Ahora vivo de la ilusión más que de la utopía. Vivo de crecer, de disfrutar y de estar sano.

- ¿Qué has hecho durante las pasadas vacaciones?

- Este año me lo he montado fatal, nada más terminar 'Cuéntame' me fui a grabar 'Un país para comérselo' y en los quince días libres que tuve me fui a rodar una película a Argentina y volví para seguir rodando el programa hasta ahora que me he reincorporado a la serie.

- ¿Donde pondrías tú el punto y final a la serie?

- Yo no contaría el 23F, lo saltaría porque está muy contado ya y terminaría la serie después, con la llegar al poder del PSOE pero eso nunca se sabe.