MADRID, 18 Ene. (CHANCE) -
Tiene 10 años, es de Barcelona, atrevida, competitiva y cocina desde muy pequeñita en su casa y en el restaurante que regenta su madre. Es Paula, la ganadora de la cuarta edición de Masterchef Junior, tras imponerse a una impecable Paloma, que era tan merecedora del premio como su compañera. Seguramente la apuesta de la catalana por un menú más vanguardista, en el que se ponían en práctica muchas de las técnicas que han aprendido en estas seis semanas de encierro culinario, tenía un punto de riesgo del que carecía el de la gallega, que apostó por una presentación moderna de platos tradicionales de su tierra. El primer duelo de chicas del programa tuvo como cuarto jurado a Jordi Roca, que quedó cautivado por las dos propuestas, y eso no es poca cosa viniendo del mejor repostero del mundo.
Merecedoras finalistas, Paula y Paloma no querían verse las caras en la final porque ambas eran muy conscientes de las cualidades de la contrincante. Precisamente ahí fue donde Paloma pudo cometer el error de estar más pendiente de la propuesta de su adversaria, que estaba concentrada por completo en su trabajo. En ambos casos, Samantha Vallejo-Nájera -especialmente contenta con un desenlace femenino-, Pepe Rodríguez y Jordi Cruz alabaron el trabajo y la evolución de ambas en el concurso. Los tres sabían que las chicas no se lo iban a poner fácil y que esto iba a ser una competición sin tregua hasta la última cucharada.
Paula, que fue seleccionada en un casting al que se presentaron 20.000 niños de toda España, se suma al selecto grupo de ganadores de Masterchef Junior, junto a Mario Palacios, Manuel Esteve y María Fernández. Además del ansiado trofeo, recibió 12.000 euros para seguir su formación y un curso de cuatro días intensivos en el Basque Culinary Center, el sueño de cualquier apasionado de la cocina.
El último programa contó además con los participantes de la primera edición de Masterchef Celebrity, con Miguel Ángel Muñoz encabezando la comitiva de famosos gastrónomos. Bueno, estaban todos menos María del Monte, que decidió abandonar el programa en su segundo pase. Fueron los encargados de catar las réplicas de los seis platos propuestos por el dos estrellas Michelín Diego Guerrero. Con sus más y sus menos en algunos platos, los comensales quedaron satisfechos e impresionados con el nivelazo de Paula, Natalia y Alex. Estos dos últimos, que dieron muestras de sus buenas dotes para la cocina desde el arranque del programa, se apearon al final de la prueba de exteriores. Más meritorio era el caso de madrileña, que se coló en la semifinal después de lograr ser repescada hace dos semanas. Hubo momentazos en la azotea de La casa encendida, donde se hizo esperar Cayetana Guillén Cuervo y cuyo primer plato fue degustado con gusto por el protagonista de Amar es para siempre. Pero para momentazo el pico que se dieron Jordi Cruz y Fernando Tejero, demostrando una vez más la enorme sintonía y química entre ambos. La estrella de La que se avecina se puso celosón por el nuevo favorito del juez catalán, el pequeño Álex, y reclamó su minuto de atención siendo correspondido.
Y terminamos por donde empezó el programa, con la presencia de un profesional con tres estrellas Michelín como Quique Dacosta en la primera prueba con la que Paloma se ganó el pasé a la final. Los cuatro semifinalistas tuvieron que reproducir uno de sus platos al mismo tiempo que el extremeño lo elaboraba y se produjo esa magia en la que si hace falta hacer un poco la vista gorda con las normas se hace porque el que dio el primer paso fue el afamado cocinero. De tal manera que Quique les iba preguntando y corrigiendo, mientras relajado y entregado respondía a sus dudas y sus preguntas. Incluso una Paula en crisis tuvo unas palabras de aliento del maestro. Porque los grandes lo son también en humildad y en encanto personal.
No faltaron las tomas falsas, los mejores momentos de los chicos y del jurado, los disfraces y las intervenciones más surrealistas, además de la presencia de las familias de Paula y Paloma, que imprime al programa de esa emoción extra desde la galería.
Además de Paula, esta cuarta edición tiene dos estrellas mediáticas infantiles que han demostrado tener un enorme tirón. Miguel Pérez, el riojano de nueve años, se ha confirmado como un fenómeno que amenaza volver a presentarse cuando la mayoría de edad se lo permita. Jefferson Mercury, el medio británico y medio gaditano de ocho años, también es una estrella en su país.
La ilusión y pasión que reflejan estos niños por la cocina augura un futuro prometedor al formato, pero también un enorme porvenir al mundo de la gastronomía. Acaban seis semanas de grandes momentos para los 16 concursantes de esta temporada y se abre el casting de la quinta entrega, aunque antes habrá una nueva parada en primavera con la quinta tanda de adultos.
