Desafían el modelo sobre el origen de las nubes interestelares

El gas galáctico muestra una distribución variable de elementos pesados: el azul indica escasez, el rojo indica riqueza
El gas galáctico muestra una distribución variable de elementos pesados: el azul indica escasez, el rojo indica riqueza - T. HAYAKAWA/Y. FUKUI, NAGOYA UNIVERSITY
Actualizado: lunes, 11 marzo 2024 17:10

   MADRID, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un estudio sobre los orígenes de las nubes interestelares de velocidad intermedia (IVC) desafía una teoría de hace 20 años y sugiere una nueva era en la investigación del espacio profundo.

   Investigadores de la Universidad de Nagoya descubrieron que los IVC tienen elementos pesados mucho más bajos de lo que se había informado anteriormente. En lugar de que los materiales se reciclen constantemente como el agua en una fuente, sus hallazgos sugieren que las partículas que forman las nubes se originaron fuera de nuestra galaxia. El grupo publicó sus hallazgos en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.

   Las IVC son un tipo de nube interestelar que se caracteriza por su velocidad. Se encuentran a distancias de miles de años luz a lo largo de la Vía Láctea. Las nubes de gas son importantes porque son fuentes de elementos que permiten la formación de estrellas y la creación de sistemas planetarios.

   En el modelo convencional, los elementos se liberan de nuevo al medio interestelar cuando las estrellas mueren en eventos llamados supernovas. Luego, este material se reincorpora a las nubes de gas. Según este modelo, los elementos pesados de los IVC se generan mediante reacciones de fusión nuclear y explosiones de supernovas dentro de nuestra galaxia.

   Utilizando un mapa de polvo del satélite Planck y un mapa de ondas de radio emitidas por el hidrógeno, Takahiro Hayakawa y Yasuo Fukui de la Universidad de Nagoya han revertido esta teoría al crear el primer mapa preciso que detalla la distribución de la abundancia de elementos pesados en las nubes de gas que caen hacia el Plano Galáctico

   Esta es es una estructura plana dentro de la Vía Láctea, donde se concentran estrellas, gas y polvo, y donde ocurren fenómenos astronómicos como la formación de estrellas, los gases "caen" al plano desde el medio intergaláctico impulsado por la gravedad.

   Al analizar las IVC y las nubes de alta velocidad, los investigadores se sorprendieron al descubrir que la abundancia de elementos pesados en las IVC difiere de la de los modelos anteriores. Su descubrimiento desafía el modelo tradicional de fuente galáctica, un marco teórico utilizado para describir el ciclo del gas dentro de nuestra galaxia.

   "El modelo de la Fuente Galáctica describe el ciclo del gas que es expulsado del Plano Galáctico por eventos como explosiones de supernova y luego vuelve a caer, similar a cómo una fuente reutiliza continuamente el agua", dijo Hayakawa. "Los investigadores a menudo citan el modelo para explicar las IVC porque creían que estas nubes tenían metalicidades similares a las de las estrellas que supuestamente las produjeron".

   Las metalicidades se refieren a la abundancia de elementos más pesados que el helio en objetos astronómicos como estrellas y galaxias. Hayakawa continuó: "Sin embargo, nuestros resultados demuestran metalicidades mucho más bajas de los IVC, lo que sugiere que los IVC están compuestos de gas primordial que se originó fuera de nuestra galaxia".

   Utilizando datos del satélite Planck y empleando técnicas de observación de última generación basadas en mapas de alta resolución publicados previamente y análisis estadísticos avanzados, lograron una precisión sin precedentes en sus mediciones y en la cantidad de datos.

   "Esto podría resolver un antiguo dilema: el problema de las enanas G, según el cual las estrellas antiguas de 10 mil millones de años en la vecindad del Sol presentan una metalicidad elevada, similar a la metalicidad actual de la Vía Láctea", dijo Hayakawa.

   Los investigadores esperan que su investigación conduzca a nuevos trabajos sobre el crecimiento y la evolución de la galaxia a una escala de 10.000 millones de años. Las implicaciones de esta investigación se extienden mucho más allá de nuestra galaxia y ofrecen información sobre la evolución de otras galaxias en todo el universo.