El centro metálico de la Tierra contiene silicio, como los meteoritos

El centro metálico de la Tierra contiene silicio, como los meteoritos
WIKIMEDIA
Actualizado: martes, 12 marzo 2019 17:06

   MADRID, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

   El centro metálico de nuestro planeta, a 3.000 kilómetros por debajo de la superficie, también contiene silicio, un elemento que se encuentra comúnmente en los meteoritos rocosos.

   El hallazgo, obtenido en condiciones extremas recreadas con técnicas avanzadas de laboratorio, apoya una teoría existente que sugiere que la formación de la Tierra hace unos 4.500 millones de años fue impulsada por interacciones extensas entre meteoritos pedregosos y ricos en hierro dentro de una nube de polvo y gas. Esta enorme nube de material también formó el Sol.

   La composición química del núcleo de la Tierra aún es poco conocida, a pesar de más de 60 años de investigación, dicen los científicos.

   Estudios anteriores habían sugerido que el núcleo está compuesto de una aleación de hierro y níquel, aunque se cree que otros elementos están presentes.

   El equipo de Edimburgo hizo el descubrimiento al insertar pequeñas mezclas de hierro, níquel y silicio en un dispositivo conocido como una célula de yunque de diamante. Puede recrear las presiones y temperaturas extremas presentes en los planetas.

5.500 GRADOS

   Al apretar la mezcla, pudieron lograr la misma densidad que la que se encuentra en el núcleo de la Tierra. Los científicos predicen que la temperatura en el centro del planeta supera los 5.500 grados centígrados.

   Los experimentos se llevaron a cabo en el Deutsches Elektronen-Synchrotron, Alemania, y en la Instalación Europea de Radiación de Sincrotrón en Francia.

   El estudio ha sido publicado en la revista Earth and Planetary Science Letters.

   La naturaleza del núcleo de la Tierra es la clave para comprender una serie de procesos que operan dentro del planeta. Nuestros hallazgos son un paso importante para comprender cómo se formó el planeta y cómo puede evolucionar en el futuro, dice en un comunicado Tetsuya Komabayashi, de la Escuela de Geociencias de la Universidad de Edimburgo.