MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los corales de agua fría pueden adaptarse a un océano ligeramente más cálido, pero solo si se reducen las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
Es la conclusión de según concluye un estudio publicado este miércoles en la revista 'Science Advances' sobre la adaptación genética y los probables efectos del calentamiento futuro en corales en las Islas Cook.
El estudio encontró que algunos corales en las aguas normalmente frías de las Islas Cook tienen variantes genéticas que los predisponen a la tolerancia al calor. Esto podría ayudar a la población a adaptarse más rápidamente al aumento de las temperaturas. Pero los resultados preliminares muestran que pueden no adaptarse lo suficientemente rápido como para superar el cambio climático.
"Estos corales no se van a adaptar a una velocidad ilimitada", plantea la autora principal Rachael Bay, investigadora postdoctoral de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos. "Mantener estos arrecifes requiere reducir las emisiones", afirma.
En un trabajo previo, los investigadores identificaron genes que hacen que algunos corales individuales sean más tolerantes al calor que otros. En el estudio actual, encontraron estas variantes de agua tibia en los corales en las Islas Cook, en niveles bajos.
Para evaluar cómo de bien podrían los corales usar estos genes para adaptarse al futuro cambio climático, los científicos realizaron simulaciones por ordenador basadas en las proyecciones del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático de Naciones Unidas (ONU).
En un escenario sin cambios, las emisiones continúan aumentando rápidamente a lo largo del siglo XXI y las temperaturas aumentan entre 2 y 3,7 grados centígrados. El escenario menos grave es donde el calentamiento no supera los 1,8 grados centígrados para el año 2100. En el medio se encuentra el escenario moderado sugerido por el Acuerdo de París, en el que las emisiones alcanzan su pico y luego disminuyen rápidamente alrededor de 2040.
En las simulaciones, el coral podría sobrevivir bajo los escenarios leves y moderados; pero en los escenarios más severos, la adaptación no fue lo suficientemente rápida para evitar la extinción. Esta investigación se centró específicamente en un tipo de coral ('Acropora'), por lo que se necesitan más estudios para comprender las implicaciones más amplias para otras especies de coral.
"Muchas poblaciones de corales existentes tienen un conjunto de adaptaciones que ha estado evolucionando durante mucho tiempo --señala el coautor Steve Palumbi, de la Universidad de Stanford, en California, Estados Unidos--. Esas adaptaciones existentes son un activo para ellos para que sobrevivan más tiempo y para que los humanos nos beneficiemos durante más tiempo".
Los corales constructores de arrecifes se encuentran entre los organismos más vulnerables a las crecientes temperaturas oceánicas. En los últimos tres años, los arrecifes de coral han experimentado los peores eventos de blanqueamiento y mortalidad registrados en la historia, en gran parte debido a aguas más cálidas.
"Este tipo de marco podría usarse para cualquier población que deseemos ayudar a adaptarse al cambio climático futuro, ya sean corales o pájaros o insectos --propone Bay--. Es una forma de integrar los datos genómicos para producir resultados tangibles y predictivos".