El cráneo del mamífero es resultado de su hábitat, no de su dieta

Efecto de la presión de la mandíbula en el cráneo
Z. JACK TSENG AND JOHN J. FLYNN
Actualizado: jueves, 8 febrero 2018 12:36

   MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

   El hábitat y la madurez sexual determinan en realidad la forma del cráneo de los mamíferos, en un patrón que los científicos habían atribuido durante mucho tiempo a las dietas compartidas.

   Desde perros hasta focas y gatos, los miembros de la orden de mamíferos 'Carnivora' pueden variar mucho de una especie a otra; pero en su mayor parte, todos sus cráneos tienden a adoptar una variedad de solo algunas formas.

   Ahora, una nueva investigación liderada por el Museo Americano de Historia Natural y la Universidad de Buffalo, en Estados Unidos, revela que la evolución de la forma del cráneo en este grupo es en realidad mucho más compleja y está influenciada por factores no dietéticos como la madurez sexual y el hábitat, según se detalla en un artículo que se publica este miércoles en la revista 'Science Advances'.

   "Durante años, el pensamiento convencional sobre la forma del cráneo carnívoro siguió el paradigma de eres lo que comes', bajo el cual las especies distantemente relacionadas desarrollan cráneos similares debido a las necesidades dietéticas compartidas", explica el autor principal del estudio, Z. Jack Tseng, profesor asistente de Patología y Ciencias Anatómicas en la Escuela de Medicina Jacobs y Ciencias Biomédicas en la Universidad de Buffalo, así como investigador asociado en el Museo. "Encontramos que es una simplificación excesiva dramática", afirma.

   Con datos de más de 50 especies vivientes, Tseng y el coautor John Flynn, conservador de mamíferos fósiles en la División de Paleontología del Museo, crearon modelos sofisticados de forma y biomecánica de cráneos de carnívoros con diferentes dietas, que van desde estrictos carnívoros (carnívoros como leones) a herbívoros (como los osos panda gigantes) y omnívoros (como los mapaches).

   Los modelos les permitieron probar cómo la forma y el tamaño se correlacionan con factores como el hábitat de la especie, a qué hora del día está activo, qué come, dónde se encuentra en la cadena alimentaria, su expectativa de vida y cómo se mueve, entre otras cuestiones. La combinación de modelado digital y análisis biomecánico permitió a los investigadores identificar cambios de forma específicos relacionados con esos factores ecológicos y luego probar la importancia funcional de esos cambios de forma mediante simulaciones de mordida.

MADUREZ SEXUAL Y PRECIPITACIONES DE SU HÁBITAT, FACTORES MÁS INFLUYENTES

   Los resultados muestran que los factores no dietéticos influyen significativamente tanto en la forma del cráneo como en la función de las especies carnívoras. Dos factores en particular: la edad en la madurez sexual y la precipitación promedio del ambiente muestran influencias particularmente fuertes en el rendimiento de la mordida de los cráneos carnívoros, comparables o superiores a las influencias de los factores dietéticos.

   "No pensarías que cuántas gotas de lluvia caen en la cabeza de un animal cada año podrían decirte cómo se ve su cráneo, así que definitivamente fue un hallazgo inesperado --subraya Flynn--. Pero este factor de precipitación es probablemente un sustituto de otra cosa que tiene que ver con el entorno de la especie. Por ejemplo, un bosque húmedo podría tener mayor disponibilidad de alimento que un hábitat seco y eso podría influir en la forma del cráneo. Estos nuevos hallazgos cambian las suposiciones de que la dieta controla la mayoría de los aspectos de la anatomía del cráneo, proporcionando nuevas pistas que aún debemos explorar con más profundidad".

   Los autores esperan que se utilice este nuevo enfoque analítico para estudiar relaciones de forma-función igual de complejas en otros grupos de animales. "Esto podría tener implicaciones extremadamente amplias e importantes sobre cómo interpretamos las adaptaciones alimentarias en especies extintas en general", destaca Tseng.

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