Erupciones volcánicas han favorecido la pausa en el calentamiento global

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Foto: REUTERS
Actualizado: lunes, 12 enero 2015 10:50

MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El hiato en el calentamiento global de los últimos 15 años ha sido causado en parte por pequeñas erupciones volcánicas, responsables de desviar la luz solar lejos de la Tierra.

   Los científicos han sabido hace mucho tiempo que los volcanes enfrían la atmósfera debido al dióxido de azufre expulsado durante las erupciones. Las gotas de ácido sulfúrico que se forman cuando el gas se combina con el oxígeno en la atmósfera superior pueden persistir durante muchos meses, rechazando la luz del Sol y rebajando así las temperaturas en la superficie y en la atmósfera inferior.

   Estudios previos sugieren que las erupciones de principios del siglo podrían explicar hasta un tercio del reciente hiato en el calentamiento. Una nueva investigación en la revista Geophysical Research Letters identifica más señales climáticas causadas por la actividad volcánica reciente, y constata que estos fenómenos desvían la radiación solar mucho más que lo estimado previamente.

   "Este nuevo trabajo muestra que las señales climáticas de finales del siglo 20 y la actividad volcánica de principios del siglo 21 se pueden detectar en una variedad de diferentes conjuntos de datos de observación", dijo Benjamin Santer, del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore y autor principal del estudio.

   El año más caluroso registrado es 1998. Después de eso, la empinada subida de las temperaturas superficiales globales observados durante el siglo 20 pareció nivelarse. Los científicos habían sugerido previamente que factores como la debilidad de la actividad solar y el aumento de la absorción de calor por los océanos podrían ser responsables de la reciente pausa en los aumentos de temperatura.

   Después de la publicación de un artículo de 2011 en la revista Science por Susan Solomon, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), se reconoció que un aumento en la actividad volcánica también podría estar implicado en el hiato del calentamiento, no solo grandes erupciones, como se creía.

   Pero en estas simulaciones faltaba un componente importante de la actividad volcánica. David Ridley, también del MIT, encontró en noviembre pasado la pieza que faltaba del rompecabezas en la intersección de dos capas de la atmósfera, la estratosfera y la troposfera, la capa más baja de la atmósfera, donde se desarrolla la meteorología. Estas capas se encuentran entre 10 y 15 kilómetros sobre la Tierra.

   Las mediciones por satélite de las gotitas de ácido sulfúrico y los aerosoles producidos por erupciones volcánicas están generalmente restringidos a más de 15 kilómetros. Por debajo, los cirros pueden interferir con las mediciones de aerosoles por satélite. Esto significa que hacia los polos, donde la baja estratosfera puede alcanzar hasta 10 kilómetros, las mediciones por satélite pierden una parte significativa de la carga total de aerosoles volcánicos.

HASTA 0,12 GRADOS DE REDUCCIÓN

   Para solucionar este problema, Ridley y su equipo combinó mediciones subterráneas, aéreas y basadas en el espacio para observar mejor los aerosoles en la parte inferior de la estratosfera. Utilizaron estas estimaciones mejoradas del total de los aerosoles volcánicos en un modelo climático simple, y estimaron que los volcanes pueden haber causado un enfriamiento de 0,05 grados a 0,12 grados Celsius desde 2000.

   El segundo estudio dirigido por Livermore muestra que las señales de estas erupciones de final del siglo XX y principios del XXI pueden ser identificadas positivamente en la temperatura atmosférica, la humedad y la radiación solar reflejada en la parte superior de la atmósfera. Un paso vital en la detección de estas señales volcánicas es la eliminación del "ruido climático" causado por El Niño y La Niña.

   "El hecho de que estas firmas volcánicas son evidentes en múltiples variables climáticas medidas independientemente, realmente apoya la idea de que están influyendo en el clima a pesar de su tamaño moderado", dijo Mark Zelinka, otro autor de Livermore. "Si queremos simular con precisión el cambio climático reciente en modelos, no podemos descuidar la capacidad de estas erupciones menores para reflejar la luz del Sol lejos de la Tierra."

@CIENCIAPLUS

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