ZARAGOZA, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -
La combinación de los dos fármacos finasteride y doxazosina es más
eficaz en reducir el riesgo de progresión la hiperplasia benigna de
próstata que utilizar estas sustancias individualmente, según afirmó
el jefe de la sección de Urología del Hospital Clínico Universitario
de Zaragoza, Francisco Romero.
Así se desprende de un estudio realizado en Estados Unidos, el
denominado Tratamiento Médico de los Síntomas Prostáticos --Medical
Therapy of Prostatic Symptoms (MTOPS)-- que hoy se da a conocer en
Zaragoza a unos 50 urólogos de la Comunidad autónoma aragonesa en una
reunión organizada por la Asociación Urológica Navarro-Aragonesa y
por los laboratorios Merck Sharp and Dohme de España.
Romero explicó en rueda de prensa que "con la edad, la próstata
sufre un proceso de involución" que se refleja en un "crecimiento no
canceroso de la glándula", la llamada hiperplasia prostática, que
comprime la zona de la uretra y la obstruye, lo que "hace que los
hombres orinen cada vez peor".
En concreto, comentó que se retarda el inicio de la micción, el
chorro es débil, hay problemas de goteo, y queda una sensación de
micción inconclusa "por lo que la frecuencia de la micción aumenta ya
que en la vejiga quedan residuos de orina". Además, se producen
"síntomas de inestabilidad y de irritación en la vejiga".
El especialista aseguró que a partir de los 50 años, entre el 30 y
el 50 por viento de los varones "tienen algún tipo de sintomatología
prostática, desde moderada hasta importante". En el caso de Aragón,
se estima que cerca de 80.000 varones la padecen, un 28 por ciento de
los hombres entre 40 y 79 años. A las consecuencias de esta patología
en la vida diaria del enfermo se une el gasto que supone la
enfermedad, ya que según el mismo estudio MTOPS, se calcula que
supuso un gasto en concepto sanitario de 600 millones de euros.
Por todo ello, consideró que es una patología que "afecta a la
calidad de vida del paciente" y destacó la importancia que en los
últimos años han adquirido los fármacos para tratarla, ya que
anteriormente la alternativa única era operar al paciente. Sin
embargo, actualmente, se opera a un 5 por ciento de los pacientes, ya
sea mediante la reserción transuretral --una cirugía menos agresiva
al realizarse la extracción por el conducto de la orina mediante un
bisturí eléctrico-- o la adenocmectomía transvesical --abriendo el
abdomen--.
Al respecto, el presidente de la Asociación Urológica
Navarro-Aragonesa y médico adjunto al servicio de Urología del
Hospital Miguel Servet de Zaragoza, Salvador Gracia, precisó que "la
cirugía se realiza en función de la respuesta de los tratamientos
médicos". Añadió que "hoy con los fármacos se ha conseguido que las
intervenciones se retrasen en el tiempo o no se hagan".
En relación con el estudio MTOPS, señaló que "la evidencia
científica que aporta es que la hiperplasia puede tratarse con
medicamentos y retrasar o incluso evitar la cirugía de extracción de
la próstata".
Según precisó, el estudio contó con cuatro grupos de pacientes a
los que se les suministró respectivamente placebo, finasteride,
doxazosina, y ambos medicamentos combinados. Tanto el tratamiento con
finasteride, como el combinado reducen significativamente la
retención de agua de orina --lo que impide la micción--, a
consecuencia de la reducción del tamaño prostático.
Asimismo, Gracia explicó que el suministro de las diferentes
alternativas se realizó durante 4,5 años de media a un grupo de 3.047
pacientes mayores de 50 años con hiperplasia benigna de próstata.
Según comentó, el alto número de participantes en el trabajo,
seleccionados de 17 hospitales estadounidenses hace que sea el
estudio más importante y amplio de todos los que se han realizado
sobre esta patología.
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20-Jun-2003 12:45:03
(EUROPA PRESS)
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